Face
Insta
Youtube
Whats
Miércoles, 01 Mayo 2024
Suscribase aquí

Siempre ha sido una costurera muy talentosa, sin embargo, cuando comenzó a hacer hábitos carmelitas no quedaban bien, por ejemplo, el escapulario solo contaba con la pieza del pecho o el escudo estaba incompleto. 

“Hay un error de concepción sobre la vida, queremos que la vida siempre sea felicidad “light”.  Lo cierto es que demos cambiar de mentalidad, sobre qué esperamos de la vida, y pensar qué espera la vida y Dios, de nosotros”.

Jesús Morgan Ash

 

Jesús Morgan es un costarricense luchador de la vida. Un testimonio de fe y determinación para convertir las dificultades en fuerza de superación. Su testimonio de resiliencia le ha dado la vuelta al mundo, y en el contexto de este 10 de octubre, Día Internacional de la Salud Mental, ha querido compartirlo con el Eco Católico.

“Desde que yo venía en el vientre de mi madre, tuve que aprender a vencer obstáculos”, comienza relatando Jesús. Para el parto tuvieron que sacarlo con forceps, por ejemplo. Desde ahí se generó un vínculo madre-hijo muy fuerte que le ha ayudado a salir adelante en la vida. El mismo se fue fortaleciendo a lo largo de sus internamientos constantes, durante su infancia, en el Hospital de Niños a causa del asma.

Jesús tuvo una juventud normal hasta la edad de los 20 años, cuando se le diagnosticó un tumor (glomus yugular).  Siempre tuvo fe en Dios que saldría adelante, lo que le ayudó a mantener la ecuanimidad. 

Con determinación superó las advertencias del doctor antes de la intervención: podía quedar ciego, en estado vegetativo, en silla de ruedas o morir. Después de sobrevivir a una cirugía de 14 horas y 33 puntadas en el rostro, tuvo que aceptar el hecho de que su apariencia física y su voz habían cambiado para siempre.

Además, que el dolor (neuralgia a causa de intervención) sería de ahora en adelante su eterno compañero. “Hoy en día tengo dolor permanente en la mitad del rostro, merced a que en la cirugía me cortaron varios, casi todos, los pares de nervios del lado izquierdo”, explica.

Después de 3 meses de haber vivido esa experiencia extrema en su vida el tumor reincidió, por lo que le propusieron hacerle otra intervención, esta vez de 36 horas.  Jesús rechazó la posibilidad y optó por realizarse un tratamiento en Miami llamado Gamma Knife.

Uno de los puntos de inflexión que le ayudaron a lidiar con las secuelas emocionales de todo esto fue recibir atención en el CENARE (Centro Nacional de Rehabilitación). La dedicación de su personal hacia los pacientes fue de admirar.

Sin embargo, ver el estado de los otros pacientes le abrió los ojos a su realidad propia y pensó “¿Qué estoy haciendo aquí? Tal vez le estoy quitando un campo a alguien que requiera más este tratamiento que yo.”  A partir de ahí, cambió su forma de pensar. Obtuvo la fuerza interna necesaria para impulsarse a lograr los objetivos que se trazara. Hizo suyas tres frases que he compartido con sus estudiantes, compañeros de trabajo y conocidos desde entonces: “El límite lo pone tu mente”, de Albert Einstein, “Hacer todo con amor”, de San Pablo, y la tercera: “Vivir cada día como si fuera el último y cada momento como si fuera el primero”.

Jesús agradece el apoyo de su familia y en particular de su hermana, quien lo impulsó a derribar límites y a confiar más en sí mismo. Comenzó a dar lecciones Posgrado en Administración de Negocios, a la vez que trabajaba.

A tal grado llegó esa confianza, que a pesar de estar trabajando y dando clases, Jesús también optó por estudiar Ingeniería de Sistemas con tal pasión e ímpetu, que obtuvo el mejor promedio de la carrera y el tercero de toda su generación.

Sin embargo, los retos seguían apareciendo en su vida. Tuvo varias neumonías, tan graves que una vez quedó en estado precomatoso. Estando en el hospital recibió la Unción de los Enfermos, sacramento que lo confortó: “Entré en un estado de plenitud, esperanza, felicidad y sin angustias ni dolor. Soy afortunado de haber podido probar un pedacito del cielo que nos espera”, asegura.

Luego de haber vivido todas estas experiencias a nivel personal, académico y profesional, Jesús sintió la necesidad de dar el paso más allá. Su formación ingenieril y de inclinación a lo científico, le hizo querer iniciar la carrera del doctorado apenas estuvo disponible. 

Por todo lo vivido, escogió el tema de Resiliencia y cómo probar que, tal y como le ayudó a tener esa capacidad de afrontar adversidades y salir transformado positivamente de ellas, le podría ayudar a otros. Y a eso ha dedicado sus fuerzas, a compartir la obra que Dios ha hecho en su vida con otras personas que necesitan un estímulo para salir adelante. Ha visitado muchos países y dictado conferencias en colegios, universidades y centros de trabajo. Quien desee contactarlo puede hacerlo a través del correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Hoy Jesús está iniciando una nueva aventura en su vida con el mismo estímulo e ímpetu que las anteriores. Se casó, tiene una bebé y sigue caminando para completar el plan que tuvo Dios con él desde que estaba en el vientre de su madre. 

Las dificultades no han desaparecido, este año enfermó de Covid-19 y su padre murió, sin embargo, sigue adelante agradeciendo el don de la vida.

“Este desierto ha sido una época de gran silencio, de purificación, de regreso a los orígenes y a lo esencial; una oportunidad para revisar la película de mi vida, que ahora entra en su tercera edad”.

Padre Pierluigi Maccalli

 

El Padre Pierluigi Maccalli, el misionero italiano de 59 años secuestrado por yihadistas en Níger la noche del 17 de setiembre de 2018, fue finalmente liberado el pasado 8 de octubre.

La agencia misionera internacional, Fides, le entrevistó. Este es un extracto del diálogo:

 

¿Con qué espíritu ha vivido este tiempo de encarcelamiento?

“Dios no deja de sorprendernos y el milagro ahí fue doble y eternamente le estaremos agradecidos al Señor por tocar nuestro corazón, Él escucha al corazón arrepentido y no lo desprecia jamás”.

Nazhra Leal

Nieta de doña Abdulia

 

El diagnóstico de Covid-19 lejos de desanimarla o de hacerla perder la esperanza, fortaleció su fe y le ayudó a superar la enfermedad, milagro que doña Adbulia Arrieta y su familia agradecen a Dios.

Esta alegre santacruceña de 92 años fue recibida en su casa, a su regreso del Hospital La Anexión, con mensajes de fe en Dios y de reconocimiento por el servicio de los médicos y personal sanitario que la atendió con amor.

“Dios nos hizo el milagro”, “Dios los bendiga hospital La Anexión”, y “eternamente gracias” son mensajes de los rótulos colocados afuera de la casa de doña Abdulia.

Esta guanacasteca, nació un 5 de setiembre de1928 en la finca San Sebastián de Hatillo de Santa Cruz. Estuvo casada con don Lauro Leal Arrieta (qdDg) con quien procreó 10 hijos. Tiene más de 40 años de vivir en barrio Limón en Santa Cruz junto a dos de sus hijas y dos nietos. Quienes la conocen la describen como una mujer trabajadora, temerosa de Dios al que siempre ha amado y muy devota de la Virgencita de los Ángeles a quien siempre le ha guardado amor y fe.

“Mi abuelita por diversas cuestiones, desde hace tiempo, no ha podido volver físicamente a la Iglesia, pero desde su casa ahora en su cuartito sigue la misa, no ha dejado de hacerlo, lo que si ella nunca se pierde es la entrada al pueblo de nuestro Santo Cristo de Esquipulas todos los 14 de enero”, explica su nieta Nazrha Leal.

Ella cuenta que el 25 de setiembre doña Abdulia fue llevaba a emergencias con una fuerte dificultad al respirar, inmediatamente fue remitida al hospital La Anexión donde los médicos duraron dos horas para estabilizarla. Se le hizo la prueba Covid y dio positivo.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad