Andrés será ordenado junto a otros 28 jóvenes de todo el mundo, pertenecientes a la Prelatura del Opus Dei, fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928 en España.
"En la casa íbamos todos los domingos a Misa y algunas veces también entre semana. En ocasiones rezábamos el rosario y cuando mis hermanos y yo éramos pequeños teníamos la costumbre de rezar antes de irnos a dormir en las noches. Ellos -sus padres- siempre estuvieron pendientes que recibiéramos una adecuada formación católica y creo que ese fue un motivo de peso para que estudiáramos en el Colegio La Salle. En ese lugar hice todos mis estudios de primaria y secundaria. Aquí me formaron para recibir la primera comunión y más tarde la Confirmación, recuerda Andrés.
Dadas las restricciones por la pandemia, sus padres y amigos seguirán este momento a distancia física, pero espiritualmente cerca como lo han estado durante su proceso de discernimiento vocacional. “Esto es algo con lo que hay que contar y aprender a ofrecerlo a Dios por nuestro futuro ministerio y por nuestras propias familias”, explicó Andrés.
Si desea seguir la Misa de Ordenación puede hacerlo a través de este enlace. La celebración es a las 10 a.m. hora de Roma (2 de la mañana de Costa Rica)
Sobre sus primeros contactos con el Opus Dei, el nuevo presbítero recuerda que durante su etapa escolar solía ir a actividades de vacaciones que organiza el Club Kamuk. Este es un Centro de Complementación educativa que encomienda la atención espiritual al Opus Dei. “Cuando tenía unos 14 años empecé a discernir mi vocación a la Obra. Y a los 18 años decidí incorporarme al Opus Dei, porque sabía que Dios me llamaba a santificar mi trabajo ordinario (entonces el estudio) y ayudarlo a que mucha gente lo encontrara”, explica.
En el año 2007 inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Costa Rica. Al terminarlos trabajó un breve período en un bufete en San José y en el año 2014 fue a Roma para hacer sus estudios en Teología. Posteriormente en los años 2016 al 2020 en Pamplona, España, realizó sus estudios en Derecho Canónico.
“Este tiempo que estamos atravesando, marcado por esta pandemia es un tiempo en el que nos hemos dado cuenta de la importancia de pensar en las personas más necesitadas. Hemos visto muchísimas iniciativas sociales a favor de las personas más desfavorecidas. En este contexto, considero que un sacerdote debe ser una persona que transmita mucha paz y mucha esperanza. Una paz y una esperanza que son fruto de la unión y la confianza en Dios. Si sabemos que Dios es un Padre que nos quiere muchísimo no hay motivo para desesperarse. Este es un tiempo en el que debemos aprender a confiar más en Dios”, afirma.
Ordenarme en este tiempo, agrega, “lo veo como un signo más de que Dios no abandona a su pueblo. Y que por esto le da pastores para que lo cuide y proteja”, asegura.
A los jóvenes que están discerniendo que Dios les pide algo más Andrés les diría que no tengan miedo, que Dios siempre da más de lo que pide. También que Él es el apoyo y quien da la fuerza para realizar lo que pide.
“La imagen de San Josemaría definitivamente está muy gravada en mi corazón y de él he aprendido muchísimas cosas”, explica Andrés. Por ejemplo, menciona el amor a los padres, “pues fueron ellos los que me instruyeron en la fe”. “Algo que he aprendido de él en este tiempo de formación es que el sacerdote es alguien que está para servir. Pienso que éste es el aspecto que me gustaría encarnar. La conciencia de estar al servicio de los fieles, para llevarles siempre a Jesús”, concluye.
Andrés presidirá su Primera Misa el 6 de setiembre a las 4:30 hora de Roma (8:30 a.m. hora de Costa Rica). Puede seguir la misa en este enlace.
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