Face
Insta
Youtube
Whats
Viernes, 03 Mayo 2024
Suscribase aquí

Todos hemos comenzado la lectura de la Biblia, con el siguiente párrafo del libro del Génesis, que precisamente significa “comienzo” y que reza: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas” (Gén 1,1-2). Podemos imaginarnos, por un momento, un lugar desértico, nublado, vacío y caótico, sin vida o rastros de ella ¿A qué alude este texto? No solamente a los comienzos de la creación misma, imaginada por los autores sagrados como una especie de desorden original, una forma primordial de caos, que la acción de Dios ordena con el poder de su palabra, para convertirla en un mundo pleno de sentido. La palabra abismo describe el vacío absoluto anterior a la creación y el soplo de Dios, como vimos, es su espíritu, soplo o aliento en su función creadora, junto a su palabra.

Pero también esta situación de caos, de tiniebla, vacío y de confusión abismal, puede referirse a la situación del pueblo judío en Babilonia, cuando fue desterrado en el año 587 a. C. al mando del rey caldeo llamado Nabucodonosor. Una prueba durísima para Israel. Los judíos de aquel entonces perdieron su tierra y su patria, su templo sagrado en Jerusalén, arrasado y quemado, el rey y sus habitantes deportados y aparentemente su Dios, llamado Yahvé, vencido por los dioses de Babilonia, plasmados en sus ídolos (ver 2 Rey 25,8-12 y Sal 137, al que podemos llamar “la balada del desterrado”). Los únicos que quedaron al frente del pueblo fueron los sacerdotes, quienes redactaron este bellísimo poema de Gén 1,1-2, 4ª (comenzando por Gén 1,1-2), con el fin de consolar al pueblo de Dios, que atravesaba una terrible crisis existencial y como pueblo, triste y “acabangado” como decimos, derrotado y deprimido, para poder así reafirmar su fe y su nuevo destino: el regreso a su tierra (ver Sal 126; Esd 1,1-11; Jer 11,11-12).

Veamos lo que estos primeros versículos pretenden enseñar: “En el principio”, alude no solamente al comienzo del universo mismo (cielo y tierra), sino al fundamento del pueblo desterrado y ese fundamento es Dios que lo sostiene en sus manos amorosas. “Creó Dios el cielo y la tierra”, no solamente en el sentido que entendemos de hacer existir lo que no existía, sino también que Dios como Creador crea a Israel, haciéndolo surgir del caos de su situación (ver Is 43,15-15), liberándolo de su cautiverio y dándole una nueva vida y sentido a su existencia.

La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas… No es solamente la situación de un mundo inicial, caótico y confuso, sino la terrible situación o vivencia de un pueblo como el judío, tentado a caer en la idolatría pagana allá en Babilonia, expresada en el texto como “soledad” (en hebreo “tohu”), “caos” (en hebreo “bohu”), y “abismo” (en hebreo “tehom”).  Los ídolos que apartan al pueblo de la comunión con Dios, son, según la Biblia, vacío, soledad e inutilidad (tohu). Ver I Sam 12,21; Is 34,11; Jer 4,23.  Los sacerdotes judíos que escribieron esta primera narración de la creación percibían la tierra, especialmente la comunidad desterrada, sostenida en las malas manos de los ídolos, expresados como soledad (tohu), caos (bohu) y abismo (tehom). 

Pero Dios quería recrear o hacer de nuevo a su pueblo elegido, rescatándolo y liberándolo, expresado en un verbo hebreo “bereshit”, que precisamente significa “crear” (ver Gén 1,1). En efecto, los sacerdotes desterrados con su pueblo, cuidaron para que el pequeño resto de Judá mantuviera la fidelidad al Señor, se reuniera en sus casas para rezar, celebrar el sábado y practicar la circuncisión de sus varones como el signo externo de la identidad judía. Dios no abandona a quienes ha llamado, pues en el año 538 a. C., Ciro el Grande, rey de medos y persas, conquistó Babilonia y permitió a los judíos volver a Jerusalén (ver Is 41,1-5; 2 Crón 36,22-24; Esd 1).

Mirábamos cómo “el soplo de Dios se cernía o aleteaba sobre la superficie de las aguas”. Bella y expresiva imagen que también encontramos en Dt 32,10-11; Éx 19, 4 y Ap 12,14, además del texto que estamos viendo de Gén 1,2 y que significa un especial cuidado y protección de Dios, en este caso, de su pueblo elegido. Los sacerdotes redactores del pasaje que estando viendo, muestran en este poema cómo el mundo e Israel, pese a su pecado, cuentan con el auxilio del Señor, pues el espíritu de Dios sigue aleteando sobre las aguas.

Una foto con historia

Septiembre 22, 2023

La fotografía que acompaña este artículo fue publicada en “El Heraldo Seráfico”, revista mensual de los padres capuchinos de Cartago. Fue tomada el 4 de octubre de 1923, día en que se celebraba la fiesta en honor de san Francisco de Asís.

Como parte de la fiesta se tuvo en la mañana la Misa celebrada por el arzobispo de San José, Mons. Rafael Otón Castro Jiménez y se bendijo la nueva imagen de la “Glorificación de San Francisco”. Luego se sirvió el almuerzo para las autoridades civiles y eclesiásticas presentes y posteriormente se realizó la ceremonia de premiación del concurso literario que hicieron los frailes para esa fecha.

“Demos las gracias a los catequistas, a las catequistas, por el entusiasmo interior con que viven esta misión al servicio de la Iglesia”, dice el Papa Francisco. Precisamente, el sábado 16 de setiembre se celebró la Feria Arquidiocesana de la Catequesis, la cual reunió a más de 400 servidores, en las instalaciones del Colegio Técnico Profesional, en La Lucha, en San Cristóbal de Desamparados.

Vinicio y Priscilla decidieron participar de la experiencia para matrimonios llamada Fin de Semana (FDS). No era que se relación estuviese deteriorada, no obstante, pudieron darse cuenta que no estaba tan bien como creían. “Fue súper enriquecedor y gratificante, nos ha unido más como pareja”, dicen.

Se trata de un tipo de actividades organizadas en Costa Rica por el Encuentro Matrimonial Mundial (EMM), un movimiento de la Iglesia Católica que tiene la misión de “proclamar el valor del sacramento del matrimonio y del Orden Sagrado en la Iglesia y en el mundo”.

El matrimonio coordinador, Marcos y Sarita Fallas Estrada, consideran que toda pareja tiene roces y dificultades de diferente nivel, los cuales deben enfrentar y superar. Asimismo, exponen que las relaciones pueden caer en el conformismo y la indiferencia, al punto de perder la ilusión.

La Universidad Católica de Costa Rica entra en un selecto grupo de 54 universidades a nivel mundial, a las que la Santa Sede ha otorgado el título de “Reconocida” o “Pontificia”. Esto conlleva a su vez un compromiso con la calidad académica y trae una serie de ventajas, especialmente para los estudiantes.

El Dicasterio para la Cultura y la Educación emitió los decretos en los que se establece la Erección Canónica de la Universidad y la Aprobación de sus Estatutos.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad