Escucharon el llamado del Señor en la Santa Eucaristía o en adoración frente al Santísimo Sacramento, o un seminarista sirvió de guía para su camino. Tres jóvenes abiertos a responder a Jesús, tres varones dispuestos a servir.
En la plazoleta al frente de la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, los chiquillos juegan con las palomas, las parejas comparten un copo, los vendedores de lotería ofrecen sus números y, de repente, suenan las campanas, ese sonido tan característico que anuncia que pronto iniciará la celebración de la Santa Eucaristía en el templo.
En el campanario, Marvin Meza, uno de los sacristanes de este Santuario, mueve con mesurada fuerza las cuerdas, las pequeñas las jala con suavidad, mientras que para la grande (llamada Reina de los Ángeles, de 900 kilogramos) utiliza todo el peso de su cuerpo, en ocasiones el impulso es tal que siente cómo se eleva.
Se requiere de técnica para que el repique suene alegre y, a su vez, el sonido se expanda kilómetros a la redonda. Sus 11 años de experiencia como sacristán le han permitido a Marvin desarrollar la habilidad.
Mons. Mario Quirós, obispo de Cartago, dio la bendición al nuevo convento de la rama contemplativa de la Misioneras de la Caridad Teresa de Calcuta, esta mañana, 22 de octubre.