Con profunda alegría me dirijo a ustedes, catequistas, en esta Semana Nacional de la Catequesis, un tiempo especial para reconocer, celebrar y agradecer su incansable labor al servicio de la evangelización y la formación de la fe en nuestras comunidades.
Ustedes, queridos catequistas, son un pilar fundamental en la misión de la Iglesia. Con generosidad y dedicación, asumen la hermosa tarea de transmitir el mensaje del Evangelio a niños, jóvenes y adultos, ayudándoles a crecer en su relación con Cristo y en su compromiso con la Iglesia. Su entrega es un verdadero testimonio de fe viva y de amor al Señor.
Hoy más que nunca, en un mundo tan necesitado de esperanza y de verdad, su labor adquiere una relevancia particular. En medio de los desafíos que enfrentamos como sociedad —la falta de valores, la indiferencia religiosa y las crisis familiares—, ustedes son luz y guía para aquellos que buscan a Dios. Con su paciencia, comprensión y testimonio de vida cristiana, siembran en los corazones la semilla de la fe, que dará frutos en el futuro.
Quiero invitarles, en esta semana, a renovar su vocación como catequistas y su compromiso con la formación cristiana. Recuerden siempre que su misión no es solo enseñar conceptos, sino transmitir una experiencia viva del amor de Dios. Cada catequesis que imparten debe ser un encuentro con Jesús, que transforma y renueva el corazón de quienes lo reciben. Caminen con humildad y alegría junto a ellos en el proceso de conocer y amar más a nuestro Señor. Que sus palabras y acciones sean reflejo de la ternura y la misericordia de Dios.
Finalmente, les invito a perseverar con alegría en su misión, confiando en que Dios nunca les abandona y que el Espíritu Santo guia cada uno de sus pasos. Les animo también a seguir formándose y profundizando en su propia fe, para que puedan continuar siendo catequistas preparados y comprometidos.
Que María, nuestra Madre del Pilar, primera catequista de Jesús, los acompañe siempre en esta hermosa tarea. Y que el Señor los colme de su gracia y les dé la fortaleza para seguir siendo testigos fieles de su amor en el mundo.
Lo invitamos a compartir nuestro contenido