Un ingeniero, un futuro piloto de aviación o un aficionado del Club Sport Cartaginés… Los seis dejaron de lado proyectos personales para responder al llamado de Dios. La Diócesis de Cartago celebrará la Ordenación Diaconal de estos jóvenes, el sábado 22 de marzo, a partir de las 9:00 a.m., en la Catedral Nuestra Señora del Carmen.
Mons. Mario Quirós, obispo de Cartago, impondrá sus manos sobre: José Rodolfo Redondo Redondo, José Ignacio Torres Araya, Denison Jeancarlos Sánchez Solano, Julio Andrés Brenes Coto, Fabián Antonio Leitón Coto y Bryan Fernando Calvo Araya. Conózcalos.
José Rodolfo Redondo Redondo
Edad: 26 años.
Parroquia de origen: Santa Rosa de Lima, Oreamuno.
Lema: “Non nisi te, Domine” (Nada más que Tú, Señor) - Santo Tomás de Aquino.
De niño decía que quería ser sacerdote, pero en la adolescencia cambió de parecer y tomó otro rumbo. Es conocida su afición por el Club Sport Cartaginés y hasta fue integrante de la barra del equipo. Tuvo novia y pensaba estudiar periodismo. Ni se acordaba de aquella idea del sacerdocio surgida en la infancia.
Cuando finalizaba el colegio pensó en las decisiones que debía tomar. Al ver al párroco de su comunidad comenzó a sentir una inquietud que no sabía cómo explicar. “Fue la forma en la que Dios quiso hablarme al corazón”, afirma. El testimonio de ese sacerdote, su pasión y amor por lo que hacía, ayudaron a José Rodolfo a sentir también la invitación a servirle.
José Ignacio Torres Araya
Edad: 34 años.
Parroquia de origen: Dulce Nombre de Jesús, Cartago.
Lema: ¡Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho! - Sal 116,12.
Asegura que el llamado se dio a los nueve años de edad. Ya entonces servía como monaguillo y participaba de actividades en la parroquia. Cuando cursaba el quinto año en el Colegio Científico realizó unas convivencias vocacionales. Fue admitido en el Seminario, pero también en la Universidad de Costa Rica y en el Instituto Tecnológico. Estaba en una encrucijada.
Entró al Seminario en 2009, se formó durante seis años y decidió salir. Fue un tiempo para experimentar en otros campos, trabajar y pulir el llamado vocacional.
Era feliz pero algo le faltaba. “En el fondo, lo que más anhelaba era ser sacerdote de Cristo para siempre”, afirmó. Reingresó al Seminario Nacional en 2023. José Ignacio, además, ha servido en la Misión de la Zona Indígena en Chirripó, en Grano de Oro-Turrialba.
Denison Jeancarlos Sánchez Solano
Edad: 33 años.
Parroquia de origen: Dulce Nombre de Jesús, Cartago.
Lema: “Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos” - Salmo 137,8.
De pequeño jugaba a la Misa, sin embargo, hubo un acontecimiento que marcó su vida: el fallecimiento de su abuelo paterno. Fue muy doloroso y perjudicó su vida de Iglesia. Pero tuvo amigos que estaban en la Pastoral Juvenil y comenzó a acercarse de nuevo. Cuando tenía 15 años vio un cartel vocacional con la frase: “¿Y por qué no?”. Comenzó a hacerse la pregunta. Hizo los procesos y dejó todo lo que pudiera influir en su discernimiento. El camino no ha sido fácil, reconoce, pero el “Señor -dice- nunca me dejó solo y su misericordia me llevó siempre de la mano, haciendo que el camino fuese mejor. Hoy por hoy, aquella pregunta, es más bien una certeza, un sí definitivo para Dios con mi vida”.
Julio Andrés Brenes Coto
Edad: 26 años. Parroquia de origen: Dulce Nombre de Jesús, Tierra Blanca.
Lema: “Sirve al Señor y espera en su misericordia” - Cfr. Sir 2,1-7
Cuenta que creció en una familia que vive la fe de manera fuerte y testimonial. Desde niño sentía el llamado y la vocación se moldeó poco a poco. “Desde la sabiduría y ternura de mis abuelos, mis padres en su amor y perseverancia de llevarme a la misa, de orar e impulsar a dar una respuesta generosa, además el testimonio y admiración de mis primos sacerdotes”.
A pocos días de finalizar el colegio, un compañero le preguntó: ¿Y por qué no sacerdote? La misericordia de Dios lo llevó a la formación sacerdotal y el Señor sigue haciendo su obra.
Fabián Antonio Leitón Coto
Edad: 34 años.
Parroquia de origen: Parroquia San José, esposo de la Virgen, Llano Grande-Cartago.
Lema: “Por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí.” (1Cor 15, 10)
Fabián compartió que no hay un momento único, sino que ha sido un proceso, en el cual el llamado ha estado siempre presente. “Al hacer lectura de mi vida puedo descubrir que el Señor me ha ido llamando a lo largo de toda mi vida; ahora, específicamente a recibir el Sacramento del Orden para el servicio al pueblo santo de Dios”.
Empezó su formación en 2014. Hoy, 10 años después, como dice San Pablo: “Por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí” (1 Cor 15, 10).
Bryan Fernando Calvo Araya
Edad: 30 años
Parroquia de origen: San Francisco de Asís, Agua Caliente
Lema: “Con amor eterno te he amado, por eso te prolongué mi misericordia”. Jr 31,3
“Un día antes de que yo naciera, mi madre asistió a la pasada de la Virgen de los Ángeles. Me cuenta que viendo a La Negrita me entregó al Señor a través de sus manos. Creo que desde ahí el Señor se tomó muy en serio que me quería para Él”, contó Bryan.
Fue monaguillo, participó de un grupo juvenil y sirvió como lector. Estudió un Técnico Medio en Contabilidad y Finanzas y trabajó como asistente contable. Pero también comenzó a prepararse para ser piloto, un sueño de toda su vida. A inicios del 2014, el Padre Walter Morales le preguntó si quería ser sacerdote. Empezó a ir a misa y a cuestionarse. El Domingo de Ramos, mientras participaba como narrador de la Pasión, sintió un llamado fuerte del Señor. “Sentí un llamado que me invitaba a entregar mi vida como Él en la cruz”, recordó. “Un día soñé con llevar a las personas a sus destinos. Hoy quiero llevarlas al único y verdadero destino: Dios”.