"Que San José sea un modelo para todos los varones, para que haya más respeto y menos violencia hacia las mujeres".
Este fue parte del mensaje que transmitió Mons. Daniel Francisco Blanco, obispo auxiliar de San José, esta mañana, 19 de marzo, con motivo de la solemnidad del Patriarca San José, en la Catedral Metropolitana.
En su homilía, Monseñor Blanco reflexionó sobre el papel del esposo de la Santísima Virgen María. Destacó especialmente su fe en Dios, pues es alguien que "espera contra toda esperanza" y confía únicamente "en Dios y Su Palabra".
San José, un hombre de silencio, que no pronuncia una palabra en el Evangelio, es una persona que "escucha y actúa", y así manifiesta la acción de Dios en su vida.
Mons. Daniel aprovechó para recordar las palabras de la Encíclica Patris Corde, del Papa Francisco: "Todos pueden encontrar en San José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad.
"San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud".
Mons. Daniel Francisco Blanco, obispo auxiliar de San José
El obispo auxiliar expuso que probablemente San José tenía otros planes para su vida y para su familia, pero la apertura de su corazón a la Voz de Dios lo lleva a hacer lo que Él le pide. Así, cuando escucha que María está encinta, a pesar de todo, escucha lo que Dios le dice, la acepta como su esposa y acoge a Jesús con amor.
Monseñor entonces dijo que San José es un ejemplo para todos, especialmente en momentos donde la sociedad costarricense está "tan llena de violencia, sobre todo hacia las mujeres".
El obispo señaló que la protección y el respeto a cada mujer no necesita solo de palabras, sino del compromiso a hacer la voluntad de Dios. Por lo tanto, pidió a los presentes, hombres y mujeres, colaborar con la constitución de familias donde crezca en el amor, el respeto, la comprensión y diálogo.
También pidió educar a las nuevas generaciones, para que sea desde la familia, donde se dé la enseñanza de estos valores. De igual forma, habló acerca de la necesidad de que las autoridades civiles hagan su aporte a través de políticas públicas.
El patriarca -expresó Mons. Daniel Francisco- se presenta como ejemplo en el vivir del amor familiar, ejemplo de esposo y padre, que ama, cuida y protege a su familia.
La Santa Misa fue presidida por Mons. José Rafael Quirós, arzobispo metropolitano. Fue concelebrada por el propio Mons. Blanco, así como por Mons. Mark Gerard Miles, nuncio apostólico; Mons. Ángel Sancasimiro y Mons. Guillermo Loría, obispos eméritos; el cabildo metropolitano, clero y Pueblo de Dios.
La procesión fue encabezada por la imagen del Santo Patriarca.
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