“Ningún científico serio utilizaría la ciencia para intentar demostrar que Dios no existe”, dice el doctor en Teología y en Astrofísica, el Padre David Alcalde. Para este sacerdote y científico español, quien subraya que la fe y la ciencia son dos alas que nos llevan a la contemplación de la Verdad, como decía San Juan Pablo II en su Encíclica Fides et Ratio.
Antes del sacerdocio, el Padre David se formó como astrofísico durante 10 años y trabajó en en el Instituto de Astrofísica de Canarias, en la investigación de los lentes gravitatorios, algo así como los espejismos en el universo, producidos por la curvatura de la luz.
Sin embargo, el llamado a la vocación sacerdotal fue más fuerte. Actualmente sirve en la Parroquia del Sagrario, al lado de la Catedral de Granada, España. Eco Católico conversó con él acerca de la relación entre fe y razón.
En su caso ¿qué fue primero?, ¿la ciencia o el sacerdocio?
En primer lugar quería ser científico, me encantaba observar el cielo, quería dedicarme a la astrofísica, el tema de considerar en serio el sacerdocio vino después, una vez que estaba trabajando profesionalmente en el ámbito de la astrofísica. En mi caso, Dios me ha regalado la fe cristiana. El hecho de estudiar ciencia no me supuso una crisis de fe, ningún problema de creencias ni nada por el estilo. Estuve estudiando 10 años astrofísica, hice mi tesis doctoral en el Instituto de Astrofísica de Canarias, cuando acabé la tesis doctoral decidí entrar al seminario en 2002. Fue un cambio brutal, sorprendió a los científicos con los que trabajaba, pero respetaron mi decisión. Actualmente no hago investigación científica porque no tengo los recursos ni el tiempo necesarios. Aparte, yo mismo quise dedicarme a las labores propias del sacerdocio, como celebrar Misa y dar los sacramentos.
¿Cómo hace para compaginar su amor por la ciencia y el sacerdocio? ¿no hay conflicto?
No lo vivo con problema alguno. La ciencia es una herramienta maravillosa que tiene el ser humano para conocer el mundo que le rodea, pero no tiene por qué oponerse a las creencias en un Dios que nos cuida, que nos guía, no tiene por qué contradecirse. Hay científicos que niegan la existencia de Dios, pero creo que cuando hacen eso no están siendo consecuentes con su ciencia, sino que van más allá de lo que la ciencia puede decir. La ciencia puede darnos una visión del mundo pero no es la visión completa del mundo, sino una parte.
Hay aspectos de la realidad que se escapan al mundo de la ciencia. La ciencia se dedica a estudiar cosas medibles, tangibles, materiales… mientras que hay aspectos de la realidad que la ciencia no puede medir, que se escapan de ella, que no pueden satisfacer o plenificar al ser humano como puede hacer la fe, por ejemplo.
Hay una frase suya que dice: “Dios no es un objeto mesurable mediante las herramientas de la ciencia”...
Efectivamente. Cuando decimos que Dios no existe desde la ciencia, estamos haciendo algo que va más allá de la ciencia, reducimos a Dios a un objeto medible, cuando Él se escapa de eso. Es más, una persona humana tiene una complejidad enorme y la ciencia no puede definir qué es de forma exhaustiva ¡Cuanto más Dios!
A pesar de que papa como Juan Pablo II y Benedicto XVI han aclarado que no existe conflicto entre fe y razón, hay quienes señalan a la Iglesia como anticiencia y recuerdan hechos como la condena a Galileo ¿Qué les respondería?
Ciertamente ha habido errores en el pasado. La Iglesia es institución divina, pero también humana, formada por hombres que se equivocan. Juan Pablo II en el Jubileo del Año 2000 pidió perdón por este tipo de errores. Cuando la ciencia se lleva correctamente y cuando la fe se entiende correctamente no puede haber conflicto entre ambas porque vienen de una misma fuente Dios, que es la verdad.
Se alude a Galileo, porque en la Sagrada Escritura se habla de que se paró el sol (Josué 10, 13). Había una guerra, para que el ejército de Israel ganase la batalla hacía falta que el día durase más horas, entonces el jefe del ejército de Israel mandó a parar el sol.
Esto se interpretaba de forma literal, por eso cuando aparece un hombre como Galileo, que afirma que es la Tierra la que se mueve alrededor del Sol, pues supuso para la Iglesia de la época una negación de las Escrituras. Aquí estaba el conflicto.
Este hecho desafortunado, relacionado con la condena a Galileo, ayudó a la Iglesia a darse cuenta que para entender la Biblia había que hacerlo desde su género literario, porque no podemos tomarla toda al pie de la letra. Este es un caso en el cual la ciencia puede ayudar a la fe a superar malentendidos.
También es cierto que Galileo también estaba equivocado en su afirmación, porque afirmaba que había prueba científica del movimiento de la Tierra alrededor del Sol y esto se produjo hasta el siglo XIX. Pero bueno, se toma este evento como un símbolo del conflicto entre fe y ciencia. En todo caso ese conflicto está superado, porque por una parte la ciencia ha demostrado el movimiento alrededor del sol, incluso hemos salido de la Tierra para verlo.
Sobre todo es importante darse cuenta que el mensaje de las Sagradas Escrituras es una mensaje de salvación, no se trata de un libro de ciencia y no pretende describir científicamente el mundo.
También hay científicos notables, como Stephen Hawking, que han hecho afirmaciones como que no se necesita de Dios para explicar la creación del universo…
Ellos entienden a Dios como una causa física como las demás. Un ejemplo que puede ayudarnos a entender esto es cuando decimos que llueve porque hay nubes cargadas de agua, entonces si ha llovido es porque ha habido nubes ¿verdad? Antiguamente se atribuía la lluvia al dios de la lluvia, se invocaba y si llovía la gente decía “ha sido el dios de la lluvia que ha provocado que llueva”. Sin embargo, sabemos que la lluvia se produce porque hay nubes, una diferencia de presión, bajas presiones, humedad… Estamos acostumbrados desde el punto de vista científico a afirmar que si conocemos la causa de un efecto este no puede tener otra causa.
Así, la lluvia no se produce por otro fenómeno. Para que llueva da igual la hora del día, puede ser en la mañana, tarde o noche. La presencia del sol no es condición necesaria para que llueva, pero la nube sí es necesaria. Entonces, Hawking, con esta mentalidad, dice que supuestamente puede -y esto habría que puntualizarlo- explicar el origen del universo con fórmulas matemáticas esto significa que Dios no existe.
Pero la causalidad de Dios no es una causalidad natural, sino que está en otro orden de cosas. Puede decirse que es la causa que permite que actúen las causas naturales. Por ejemplo, con la lluvia, puedo rezar para que llueva y Dios puede enviarme lluvia, pero me la envía por medio de las nubes. Entonces, la causa natural de la lluvia es la nube, pero existe otra causa que hace posible la aparición de la nube (Dios, causa primera). Que yo pueda explicar algo no significa que Dios esté ausente de ese fenómeno.
Otro ejemplo, cuando una mujer no queda embarazada y reza a Dios para quedar encinta. Por otro lado, el médico le receta unas vitaminas que ayudan a la fertilidad, la mujer queda embarazada. ¿No es un milagro porque fueron solo las vitaminas recetadas por médico? Bueno, es que eso no significa que Dios no haya intervenido.
No es que, como conozco científicamente cómo se produce un fenómeno, Dios no está ahí. Dios está en todo.
¿Cómo analiza la idea de que la ciencia tiene respuestas para todo, y esa costumbre de utilizar la ciencia para justificar actos que atentan contra la dignidad humana?
Aquí en España, para legalizar el aborto libre se convocó un comité de científicos para que determinaran cuándo comenzaba la vida humana. Llegaron a la conclusión de que hay vida humana cuando el feto fuera de la madre puede vivir, se estableció que esto ocurría en la semana vigésimo segunda. Es decir, hasta esa semana se podía abortar.
En realidad la ciencia habla claramente, lo que pasa es que no se le quiere escuchar. Sabemos que, desde el punto de vista científico, desde que ocurre la unión de los gametos (óvulo y espermatozoide) se produce un nuevo ser, con un ADN diferenciado del padre y de la madre, que está completo en su código genético, es una vida diferente del padre y de la madre.
Es una vida humana nueva, lo que pasa es que desde el punto de vista jurídico no se quiere reconocer el carácter de ser humano de esa nueva criatura. Aunque se alude a la ciencia para admitir el aborto hasta la semana 22, la ciencia claramente habla de un nuevo ser, que es humano, no es un perro o un gato, sin embargo no se escucha a la ciencia y se promueve el aborto basándose en una serie de consideraciones ideológicas.
No se escucha a la ciencia, no de una manera parcial, simplemente ya tienen una hoja de ruta para aprobar el aborto y utilizan los argumentos, por ejemplo, el de la viabilidad de feto fuera del útero de la madre, para aprobar ese tipo de acciones. De paso, el concepto de persona no es un concepto científico, sino moral, sobre todo filosófico, entonces se deja a interpretación, entonces se es persona a partir de cierta edad.
Por último ¿Por qué un católico debería interesarse en la ciencia? ¿por qué no debería temer alejarse de Dios por tener interés en la ciencia?
Muy interesante, la ciencia nos descubre la maravilla de la creación y nos puede acercar a Dios. A mí personalmente no me ha alejado sino que me ha acercado, Aunque actualmente no ejerzo como científico, me gusta estar informado sobre avances científicos, ver documentales y demás. Se abre el corazón cuando uno descubre la maravilla del universo que el Señor nos ha regalado. La ciencia puede ayudar a la persona a acercarse a Dios.