Durante su pontificado, Benedicto XVI realizó tres viajes a América, continente que alberga el 50% de los católicos del mundo. Su primera visita fue a Brasil en el 2007, para la apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se realizó en la ciudad de Aparecida.
La segunda ocasión, abril de 2008, visitó los Estados Unidos y la sede de la ONU donde fue recibido como invitado de honor. En su tercer viaje a América, en marzo del año anterior, visitó México y Cuba.
Su único viaje a Oceanía lo realizó en junio de 2008, a Australia, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud.
Por su parte, los africanos recibieron al Papa Benedicto XVI en dos ocasiones. La primera fue en Camerún y Angola, en marzo de 2009, y la segunda en Benín, en noviembre de 2011.
A Asia, el Papa fue en dos ocasiones en visita pastoral, ambas al Cercano Oriente. En mayo del 2009 visitó Jordania, Israel y Palestina y el año anterior realizó el último viaje apostólico de su pontificado a Líbano, en setiembre del 2012. En esta última visita abordó temas como el diálogo interreligioso entre cristianos y musulmanes, el ecumenismo entre las distintas iglesias cristianas de la zona y la libertad religiosa.
Su paso por nuestras tierras
Con motivo de la V Conferencia general del Episcopado latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, Brasil, el Santo Padre realizó su primer viaje transoceánico del 9 al 14 de mayo de 2007.
Tanto en la Santa Misa como en la Sesión inaugural de la V Conferencia, en la explanada del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, Benedicto XVI tuvo la oportunidad de hacerle sentir al continente latinoamericano lo cerca que estaba de su corazón y lo rebautizó como el “Continente de la Esperanza y de la Caridad”.
Casi un año después, abril de 2008, el papa Benedicto XVI fue recibido por el entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, su esposa Laura y su hija Jenna. En ese país dirigió un mensaje a los educadores católicos, a quienes alentó en la difícil tarea por venir en defensa de la vida.
En Nueva York, dirigió un importante discurso en la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde hizo un llamado a “proteger a la humanidad”.
En 2012 fueron los mexicanos quienes tuvieron la oportunidad de participar en una multitudinaria eucaristía en el Parque Expo Bicentenario de León presidida por Benedicto XVI. Asistieron medio millón de personas, en su mayoría jóvenes.
En su homilía, el papa animó a los asistentes a pedir a Dios un corazón puro porque “nos ayuda asimismo a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano y también otros de Latinoamérica”.
Pocos días después, Benedicto XVI celebró una solemne misa por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. En esa ocasión invitó a los cubanos a luchar “con las armas de la paz, el perdón y la comprensión”, para “construir una sociedad abierta y renovada” y alentó a las familias a “acoger la vida humana, especialmente la más indefensa y necesitada”.
