La Orden de los Agustinos Recoletos asumió la administración de la Ciudad de los Niños el 31 de mayo de 1965, desde entonces los frailes han visto cómo la Institución ha transformado la vida de tantos varones.
“He visto muchachos con bajos niveles académicos, que vinieron aquí como última opción, a quienes se les dio la oportunidad de repetir años lectivos, que recibieron adecuaciones, y hoy están en puestos de dirección general en empresas”, comentó Fray Jesús María Ramos, director, quien lleva más de 20 años de servicio en este centro de formación integral.
Actualmente, hay unos 465 jóvenes de todo el país. Anualmente se gradúan entre 35 a 45 jóvenes en especialidades técnicas y el 80 % salen ya con un puesto en alguna empresa.
Fray Jesús ha visto pasar jóvenes, por así decirlo, descartados, que tenían pocas oportunidades y habían perdido la esperanza en el futuro, pero sus vidas comenzaron a transformarse a partir de su llegada a este lugar.
Son muchachos en riesgo social que tienen la posibilidad de romper con los moldes impuestos y lograr un cambio para ellos y sus familias. No se trata solo de formarse académicamente, tener mejores opciones laborales y superarse económicamente, sino también de crecer personal y espiritualmente.
Son jóvenes que muchas veces vienen de familias de escasos recursos o con problemas en el hogar, de lugares alejados o barrios conflictivos. chicos que tienen historias personales complejas, pero que encuentran en la Ciudad de los Niños un hogar que les ayuda a enfrentar esos problemas y a trabajar por sus sueños.
Para esto, la Institución cuenta con todo un equipo interdisciplinario (Psicología, Trabajo Social, Pedagogía, Consejería, Guía Espiritual…) que les brinda el acompañamiento que necesitan.
Historia de CDN
El Padre Luis Madina Michelena de la Orden Agustino Asuncionista vino de España a Costa Rica con un gran deseo de servicio. En la década de 1950 estimó que había más de 8 000 menores viviendo en las calles de San José y pensó en crear una “Ciudad de los niños”.
Providencialmente, el presbítero José Francisco López del Corral, estableció en su testamento que las tierras de la Finca la Jirara, ubicadas en Agua Caliente de Cartago, fueran destinadas a una obra educativa de carácter religioso para la educación de la niñez costarricense.
En 1962 comenzó a funcionar allí la Ciudad de los Niños. A pesar de contar con instalaciones acordes a lo requerido, había pocos recursos para atender las necesidades de los chicos. Sumado a esto, el Padre Madina fue trasladado a Panamá en 1965.
Así, un 31 de mayo de 1965, los Agustinos Recoletos toman la dirección. La situación era crítica, pero con mucho esfuerzo lograron salir adelante. Iniciaron proyectos para cubrir sus propios gastos, como cosechar alimentos en la finca.
Lograron estabilidad, abrieron nuevos talleres y la institución comenzó a crecer en infraestructura. Un hecho importante es la inaguración del Colegio Técnico Agustiniano en 2007.
Actualmente, la Ciudad de los Niños cuenta con residencias para una población de más de 500 jóvenes. Como su nombre lo dice, se trata de una ciudad, hay residencias, capilla, clínica, áreas de esparcimiento y deporte, talleres equipados, colegio, gimnasio, laboratorios, comedor, campos agrícolas, entre otros.
Los muchachos reciben de forma gratuita: habitación, ropa, alimento, formación académica y técnica, atención médica, acompañamiento psicológico y espiritual, orientación, entre otros. Para ingresar únicamente los chicos deben manifestar su deseo de entrar y comprometerse a cumplir con las reglas de la institución, basadas en el respeto y la convivencia.
La Ciudad de los Niños fue declarada Institución Benemérita de la Promoción Social Costarricense por la Asamblea Legislativa.
