Fulvio Quirós, organizador de la actividad, cuenta que se trata de una tradición que proviene de la meseta central y que se remonta a la década de 1940, cuando pobladores de Alajuela, Cartago y San José emigraron a Hojancha, Nandayure y La Mansión.
Aun hay pueblos donde se acostumbra a hacer el Rezo del Niño “Oficiado”, como le llaman. Este tiene una duración de entre una hora a hora y media, incluso más.
Años atrás, era común entre los fieles guanacastecos de la zona llevar a cabo esta actividad con todo tipo de comidas y bebidas, para así compartir un momento festivo entre amigos, familiares y vecinos. Toda una fiesta.
El Pbro. Roger Solórzano Bermúdez, administrador parroquial de la Parroquia Santa Teresa de Calcuta, apoyó la organización de este Rezo del Niño en el templo y pidió por que la Navidad sea siempre “un motivo alegre para la unidad familiar, la devoción y la contemplación del misterios del Hijo de Dios que asumió nuestra humanidad”.