Con los años descubrió que los mayores referentes en su vida son sus papás, porque ellos trabajan con personas en estado de indigencia. “Ahí fue el génesis de mi vocación, ver a mis papás sirviendo a los pobres, organizándose todos los días de su vida para llevarles comida. Ellos son los referentes que impulsaron mi vida sacerdotal y creo que mi forma de vivir el sacerdocio sería imitando su ejemplo, ahorita tienen un comedor que cumplió 25 años de dar comida a las personas de calle, se les da baño, lavandería y peluquería”, explicó.
Posteriormente, en segundo año de Seminario, el Padre Ángel Plaza CM, sacerdote vicentino español, se convirtió en otro referente para su vocación. El Padre Plaza, destacó Rogelio, siempre humilde, prefirió resguardar su elevado intelecto y sus conocimientos en favor de gestos sencillos de amor a los demás y por medio de la oración. “Su ejemplo marcó mi vida”, asegura.
“Ser parte de la Congregación de la Misión como misionero vicentino ha significado el sentido de mi vida y ha sido un encontrarme con Cristo pobre, sufriente, crucificado en los inmigrantes, los indígenas, las prostitutas y los pobres, creo que cuando uno se encuentra con la realidad cruda del sufrimiento, el corazón humano solo desea responder y querer estar ahí, porque cuando me acerco al pobre me encuentro conmigo mismo y encuentro el sentido de mi vida y de mi existencia”, dijo.
Por eso su mensaje a los jóvenes es: “Encuentre, no lo que le da alegría temporal, sino lo que le hace pleno y la plenitud se encuentra cuando el hombre es capaz de descubrir su vida como una donación y que es capaz de donarse a la vida de los otros”.
En su camino misionero, Rogelio admira al fundador de su congregación, San Vicente Paúl y a Juan Gabriel Perdua, el primero por su forma de entender la pobreza y su sensibilidad a las realidades sociales y el segundo, que es un mártir, por su deseo de proclamar y de anunciar el evangelio hasta su muerte.
Actualmente, la Congregación de la Misión cuenta en nuestro país con 13 misioneros, 10 de ellos son sacerdotes. Es una de las diez congregaciones religiosas más grandes en el mundo y posee unos 3.000 misioneros.