Existen varios movimientos de mujeres en la Iglesia que en los últimos años han venido alzando su voz por una mayor participación de la mujer. Voces que incluso se han sentido en los Sínodos en donde han pedido al Papa que las mujeres puedan participar con voto, además de opiniones, done han pedido el diaconado permanente e incluso el sacerdocio femenino.
Hace apenas unos días el Papa Francisco comunicó que abre para las mujeres los ministerios del Lectorado y el Acolitado. Ante este anuncio, en redes sociales diversas mujeres lo han tomado como un paso pequeño para oficializar algo que las mujeres ya realizan en muchas partes del mundo. Los grupos feministas católicos más agresivos seguirán luchando por llegar al diaconado y al sacerdocio femenino.
En esta misma columna me he alejado de la postura de las mujeres que quieren que se les admita a las órdenes sagradas. En mi opinión, podemos aportar mucho a la Iglesia desde nuestra femineidad sin necesidad de ser sacerdotes o diáconos. Además, también lo he explicado, hay toda una hermosa teología tejida detrás del ministerio del orden sacerdotal dado a los varones y que San Juan Pablo II se tomó el tiempo de explicar detalladamente.
Yo sí me siento feminista en el sentido de que siempre he querido la igualdad y la justicia para los seres humanos y en este caso para la mujer. Y si para la sociedad quiero mujeres libres, que no sean objetos, que tengan acceso a un trabajo por su capacidad en la misma situación que los hombres y que vivan sin temor a ser discriminadas o maltratadas por sus parejas, con mucha más razón quisiera que en la Iglesia tuvieran siempre el respeto que se merecen y estoy segura de que en muchas áreas, tal como dice el Papa Francisco, podrían aportar mucho con su conocimiento y genio femenino.
Yo valoro mucho cada paso que el Papa da por la mujer porque se que no es fácil. Esta apertura oficial para los ministerios no ordenados al Lectorado y el Acolitado exigirán sin embargo una adecuada selección y formación.
En redes sociales, específicamente en grupos como “Donne per la Chiesa”, los comentarios no fueron de júbilo ante esa noticia del Papa, pues les parece que no cambia nada su estatus en la Iglesia. En “Mujeres Iglesia Chile” una de las usuarias se expresó así: “Mientras la mujer no llegue a tener igualdad de oportunidades y acceso a espacios donde se produce la toma de decisiones, todo esto no es más que una inclusión funcional y no real”. Esta lucha feminista continuará y debemos orar para que las mujeres lleguemos a entender verdaderamente lo que Dios necesita de nosotras en su Iglesia.
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