En el marco de nuestro proceso electoral, vale la pena recordar lo que costó que las mujeres pudieran tener derecho al voto. El feminismo arrancó por la lucha de verdaderos derechos para la mujer que no le eran reconocidos como la oportunidad de estudiar, de trabajar y de votar.

Las mujeres que no acuden a las urnas deberían de recordar la enorme lucha que dieron tantas mujeres por lograr tener este derecho y también es necesario pensar en los países donde aún hoy la mujer no tiene acceso a la educación, al mundo laboral y a participar de las decisiones de su nación. ¡Cuanto desearan esas mujeres poder tener nuestra libertad!

Yo reconozco que es una comedia tener 25 partidos para elegir un presidente, pero pienso que es mejor eso a tener una dictadura. Creo que los costarricenses debemos siempre ponderar la democracia y la libertad que tenemos sobre otros aspectos y esforzarnos por estudiar planes de gobierno para tratar de elegir la mejor opción para nuestro país, según también los valores que nos han distinguido como un país de paz y con una población educada.

El feminismo estaba plenamente justificado en cuanto a la búsqueda de estos derechos básicos, lo que no entiendo es cómo ese feminismo ha caído en el presente en un radicalismo irracional que no es capaz de entender, por ejemplo, que el aborto no es un derecho de la mujer porque es el derecho de otro ser humano que desde la concepción tiene su vida propia dentro del cuerpo de la mujer.

Volviendo al tema del sufragio femenino, Nueva Zelanda fue el primer país en autorizar el voto de la mujer en 1893 y se logró gracias al movimiento liberado por Kate Sheppard. Esta lucha se dio en varios países donde las mujeres que se manifestaban eran insultadas y hasta apedreadas. Algunas en huelga de hambre al ser encarceladas fueron alimentadas por sonda, entre otras arbitrariedades que sufrieron. Nos hace bueno recordar la historia para que, en nombre de todas estas valientes mujeres, hoy nosotras vayamos a ejercer este derecho al voto.

Estados Unidos logró este derecho hasta 1920 para mujeres de raza blanca y las de raza negra lo lograron hasta 1967 (casi ayer). En América Latina el primer país que logró el voto para la mujer fue Uruguay en 1927.

En nuestro país también hubo que esperar hasta 1950 para que la mujer pudiera tener acceso al voto. La Liga Feminista inició la lucha por el sufragio femenino en Costa Rica hasta que se dio la promulgación de este derecho en la Constitución Política de 1949. Estamos en el año 2022 y aún vivimos en la lucha por la igualdad de la mujer en varios frentes, incluso vemos pocas mujeres aspirando por la Presidencia de la República. Según un comunicado del Gobierno (presidencia.go.cr) “para las elecciones del 2016 solo llegaron a las alcaldías 12 mujeres de 81 puestos”.