Todos podemos caminar juntos, la clave es si queremos hacerlo con todo lo que ello implica. El Papa nos lanzó una pregunta: ¿estamos dispuestos a la aventura del camino o temerosos a lo incierto, preferimos refugiarnos en las excusas del “no hace falta” y del “siempre se ha hecho así?”. “Hacer Sínodo significa caminar juntos en la misma dirección” dijo.

El Papa en su homilía del 9 de octubre 2021, nos propuso tres verbos para poder avanzar en este camino: encontrar, escuchar y discernir. En el verbo “encontrar” nos dice que se requiere apertura, valentía y disponibilidad para dejarse interpelar por la historia del otro. Es verdad, encontrar al otro me va a exigir apertura a una forma de ser y pensar diferente a la mía; valentía para poder asumir esas diferencias y encauzarlas en un diálogo. También me va a requerir disponibilidad para lograr acuerdos y así poder avanzar en la misma dirección.

Escuchar. Para mí es lo más difícil pero no imposible con ayuda de Dios. Generalmente no escuchamos al otro o escuchamos solo lo que nos conviene oír. Este no es el camino. Y el Papa nos dice que un verdadero encuentro solo nace de la escucha y es por eso que es a veces difícil tener un encuentro con Dios que nos cambie la vida. Igualmente, es difícil construir relaciones verdaderas porque nos cuesta escuchar con el corazón. “Cuando escuchamos con el corazón sucede esto: el otro se siente acogido, no juzgado, libre para contar la propia experiencia de vida y el propio camino espiritual” agregó el Pontífice.

A mi me ha sucedido en la Iglesia ambas experiencias, hablar con personas que no escuchan y que por tanto no es posible tener un verdadero encuentro con ellas y encontrar personas que me han escuchado con el corazón y donde me he sentido plenamente acogida. Sin embargo, es importante estar atentos a nuestras propias reacciones, porque a todos nos pasa que no siempre escuchamos con el corazón y es importante hacer un esfuerzo para detenerse ante cada persona que Dios nos pone en el camino con su historia.

“Hacer Sínodo es ponerse en el mismo camino del Verbo hecho hombre, es seguir sus huellas, escuchando su Palabra junto a las palabras de los demás. Es descubrir con asombro que el Espíritu Santo siempre sopla de modo sorprendente, sugiriendo recorridos y lenguajes nuevos”, mencionó el Papa. Es por eso que el Sínodo es un camino espiritual pues se trata de seguir las huellas de Jesús y para ello tenemos que hacerlo en búsqueda de la santidad. Sin santidad nada funciona en la Iglesia. Si yo antepongo los celos, la envidia, las comparaciones, los juicios, la competencia y todo aquello que mancha el corazón, éste estará sordo para escuchar verdaderamente al otro.