El Papa Francisco viene a Iraq en primer lugar para alentar a la comunidad cristiana en Iraq que ha resistido las “turbulencias” políticas que tuvieron lugar incluyendo guerras extranjeras o luchas internas. Todavía hay una brillante y gloriosa presencia cristiana a pesar de la dramática disminución de los números.
Por consiguiente, el Pontífice quiere alentar a los que se mantienen firmes en la tierra de sus antepasados a pesar de los sucesivos desastres, especialmente durante su visita programada a la ciudad de Erbil, donde actualmente hay un buen número de personas desplazadas por la fuerza desde Mosul y los pueblos de la llanura de Nínive.
Su Santidad también visitará Mosul y el municipio de Qaraqosh para seguir alentando a los desplazados por la fuerza que viven en el extranjero a que posiblemente regresen a la tierra de sus antepasados y abuelos.
El Papa Francisco quiere, en segundo lugar, promover el diálogo y la vida en común entre todos los componentes religiosos, ya sea a nivel ecuménico entre las Iglesias hermanas, o a través de las relaciones islámico-cristianas.
Es bien sabido que no sólo existe el diálogo cristiano-suní, sino también el diálogo chiíta-cristiano. En la tierra de Iraq, hay una presencia histórica de los sabios-mandeos, yazidis, baha'is, así como otras religiones y tradiciones.
Además, el Papa Francisco, que es el hombre que apoya el diálogo, quiere subrayar el sentimiento, el deber y la responsabilidad de la convivencia fraterna entre los diversos componentes del pueblo iraquí, bajo el paraguas de la ciudadanía, sobre todo a pocos meses de haber firmado un importante documento llamado “Fratelli Tutti”.
El Papa enviará, definitivamente, un mensaje para seguir buscando los caminos de la paz, diálogo, fraternidad, cooperación y colaboración constructiva entre los diversos políticos de Iraq a fin de reconstruir un Estado iraquí moderno y fuerte después de años de guerras duras y amargas, disputas sectarias y ataques de grupos terroristas, para restablecer el espíritu de esperanza entre todos los iraquíes, especialmente los jóvenes, para un futuro mejor.
Esperamos con interés la visita del Santo Padre que será la primera del sucesor de San Pedro. Esperamos que la visita tenga lugar en un momento en que las condiciones relacionadas con la epidemia han mejorado en los países del mundo. La declaración oficial del Vaticano se refiere a este punto, mientras que el programa de la visita tendrá en cuenta el desarrollo de la emergencia sanitaria mundial, ya sea en Italia, de cuyo aeropuerto partirá el Papa, o en Iraq, cuyo abigarrado conjunto de habitantes le acogerá con gran alegría.
Rogamos a Dios que la próxima visita sea exitosa y fructífera, y que sirva de inicio para la unidad, instando al pueblo iraquí a pasar página y buscar el perdón mutuo, para que este país fraternal inicie el proceso de curación de las heridas del pasado y mire hacia el futuro con esperanza y gracia.
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