El Papa dice que Economía de Francisco “se refiere claramente al Santo de Asís y al Evangelio que vivió en total coherencia también en ámbito económico y social. Nos ofrece un ideal y, de alguna manera, un programa.” (Papa Francisco en la carta de convocatoria al encuentro[1]). Asís, el lugar donde nace el santo, no solo es símbolo del encuentro por la paz y el diálogo interreligioso fijado por San Juan Pablo II, sino un lugar “signo de alegría, libertad y entrega” desde donde sale el encargo de luchar por la paz y por el cambio a una economía con vocación a la fraternidad centrada en los más necesitados, ya que en Asís fue “donde el Señor le salió al encuentro (a Francisco de Asís), lo convocó y lo envió con una misión;…” (Video mensaje del Papa Francisco a los participantes del encuentro 2020[2]),
Cómo no se puede construir un mundo mejor sin una economía mejor, el Papa convoca a los constructores jóvenes de todo el mundo (economistas, emprendedores, generadores de cambio y académicos) para que ellos inicien un proceso de cambio en el ámbito de la investigación, la educación, y todas aquellas áreas en las que desempeñan para desarrollar una cultura de paz, de encuentro, y de conexión entre las instituciones a las que pertenecen en interacción con la sociedad civil y el campo empresarial, y establecer un compromiso para cambiar la economía actual y dar alma a la economía del mañana que permita vivir con dignidad, que incluye, que humaniza y que cuida. Se busca con ello “poner en marcha un nuevo modelo económico, fruto de una cultura de comunión, basado en la fraternidad y la equidad.”[3]
Economía de Francisco aboga por una economía que sea más inclusiva, que fomente la solidaridad entre los ciudadanos y que respete y cuide los límites del planeta. Es por ello que, desde las universidades, empresas, organizaciones se debe “construir otras formas de entender la economía y el progreso, para combatir la cultura del descarte, para dar voz a los que no la tienen, para proponer nuevos estilos de vida”.[4]
Y es así como desde 2020 los se desarrollan los pilares por sus participantes y los han integrado en los Gobiernos, las empresas y las organizaciones no gubernamentales a nivel local, regional e internacional para buscar soluciones a los problemas actuales en el campo social (conflictos armados, desigualdad, pobreza), ambiental (cambio climático) y económico (económico inclusivo y sostenido), tal que el modelo económico actual no ha logrado dar una respuesta a estos problemas.
Gustavo Altamira rescata que la propuesta de la Economía de Francisco se basa en tres principios fundamentales que buscan promover la participación de las personas en la toma de decisiones económicas, y fomentar la creación de redes de solidaridad y cooperación, a saber: la dignidad humana (fomento desarrollo humano integral según las necesidades físicas, emocionales, sociales y espiritual es de las personas), el bienestar común (una distribución más justa de la riqueza y acceso a bienes y servicios básicos como la alimentación, la vivienda, la salud y la educación) y el cuidado del medio ambiente (impulso de la una economía circular y que tenga en cuenta los límites del planeta).
Con esta introducción esperamos generar la espina y despertar la curiosidad por hacer algo para cambiar el modelo económico a uno con sabor a Evangelio, con visión de fraternidad y centrado al Ser Humano.
Antes del siguiente artículo donde abordaremos la evolución del movimiento de Economía de Francisco, puede consultar el sitio web https://francescoeconomy.org/es/ y en caso de dudas contactarnos. Además de estos artículos estaremos realizando durante el año actividades que pronto comentaremos.
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[1]Papa Francisco en la Carta de convocatoria al encuentro .
[2] https://www.vatican.va
[3] Papa Francisco en la Carta de convocatoria al encuentro.
[4] Papa Francisco en la Carta de convocatoria al encuentro.
