Face
Insta
Youtube
Whats
Jueves, 02 Mayo 2024
Suscribase aquí

“Monseñor: Estamos ya en Cuaresma, un tiempo fuerte que me atrae y me cuestiona.  Volvemos a la práctica del Vía Crucis, que en mi comunidad tiene lugar todos los Viernes de Cuaresma. Dios quiera que se mantenga siempre esta tradición que me y trae recuerdos de mi infancia, cuando mi abuela me llevaba a que participara en ella. En Radio María, he escuchado lo que usted iba diciendo sobre cómo se fue formando el S. Rosario. ¿Podría decirnos algo semejante acerca del Vía Crucis, de su historia? Me brotó esta pregunta y creo que no sea por vana curiosidad. ¡Muchas gracias, Monseñor!”.

 Carolina Rivero S. - Santo Domingo

 

Estimada Carolina:  en nuestra vida hay sorpresas, y una de ellas es la de un modo inesperado nos surgen preguntas que nunca nos habíamos puesto. La suya acerca del origen y de la práctica del Via Crucis, Camino del Cruz o Via Dolorosa, hace muy poco que tocó también mi interés.  Cuántas veces la practiqué, personalmente o en comunidad, durante los años de Seminario y luego como sacerdote… inclusive, estando en varias ocasiones de peregrino en Jerusalén, participé en ella, aunque envuelto en el ruido y la gritería de cuantos se encontraban en el camino al Calvario, sin embargo, nunca me había preguntado, cuándo y cómo, empezó esa práctica y cómo se impuso en nuestras comunidades.

Cuando hablamos del Via Crucis o de las Estaciones de la Via Dolorosa, nos referimos a un camino de reflexión y de oración que busca adentrarnos en la memoria y vivencia de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, acompañándolo en su camino al Calvario y a la Cruz. El camino queda “trazado” por imágenes de la misma Pasión, y que llamamos Estaciones, que son como las “etapas” en que los fieles se detienen para meditar y orar, motivados por el hecho doloroso que allí aconteció y que Cristo sufrió.

La Negrita, subida en una carroza llena de flores, pasa por las calles adornadas con alfombras de aserrín y otros elementos, confeccionadas para la ocasión, con diversos diseños y colores.

Este domingo 4 de setiembre, como todos los primeros domingos de este mes, se celebra el regreso de la Sagrada Imagen de la Patrona de Costa Rica de la Catedral Diocesana al Santuario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, después de la Eucaristía que inicia a las 9:00 a.m., presidida por Mons. Mario Quirós, obispo de Cartago.

Se trata de un momento rico en religiosidad popular. Los fieles comienzan a confeccionar las alfombras el sábado por la noche, trabajan durante toda la madrugada en medio del frío de la Vieja Metrópoli, amigos y vecinos les ofrecen café, aguadulce y pan. Poco antes del inicio de la Misa las alfombras quedan listas.

El 3 de agosto se celebró la Pasada de la Imagen de la Basílica a la Catedral, ahora es la “vuelta” a la Basílica. En aquella ocasión los agricultores y productores de la zona acompañaron a La Negrita con yuntas, carretas, papas, cebollas, papas, fresas y demás productos de la zona.

Nos indica el joven Alejandro Esquivel Montero, vecino de Barva y estudioso de su historia: Hacia finales del siglo XIX y poco después de 1888, Barva recuperó el patronazgo de San Bartolomé, pues por poco tiempo, mediante un cabildo abierto, los vecinos habían decidido venerar como patrona a la Asunción de María. El terremoto de 1888 que destruyó el tercer templo; dejó en pie la imagen de San Bartolomé, pero por el suelo la de Nuestra Señora de la Asunción. Por ese motivo, decidieron “entronizar” nuevamente a San Bartolomé, patrono de este pueblo desde su fundación.

En fecha tan antigua como 1613 se fundó el convento de San Bartolomé Apóstol, bajo la responsabilidad de los padres franciscanos y la parroquia como tal fue erigida en 1793. Como se aprecia, Barva posee una rica historia.

Era costumbre que el 24 de agosto, día de San Bartolomé Apóstol, la antigua imagen, que hoy preside el altar mayor, saliera en procesión solemne del templo parroquial para encontrarse con los santos patrones en diferentes puntos del casco urbano. Participaban las comunidades de Santa Lucía, San Pedro, San Pablo, San Roque y San José de la Montaña. Cada imagen venía acompañada de feligreses de cada localidad y sus respectivas bandas de músicos, provistos de guitarras, acordeones e instrumentos de percusión. Tocaban al paso del santo alegre música popular. La gente en las calles bailaba de puro gozo. Este día era feriado para todo el cantón.

La tradición perdió fuerza debido a la desagregación de la parroquia de Barva de algunos vecindarios, que formaron sus propias parroquias.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad