Los obispos responsables de la Pastoral de Movilidad Humana de las Conferencias Episcopales de Centroamérica, México, el Caribe y Norteamérica se reunieron esta semana en El Salvador para analizar la situación migratoria en la región y comprometerse con una serie de acciones a favor de la dignidad humana.
Era la época del gobierno liberal y las leyes anticlericales en Costa Rica, las congregaciones religiosas habían sido expulsadas del país y estaban prohibidas. Los sacerdotes salesianos desembarcaron en Puntarenas el 20 de julio de 1907, después de una larga travesía, “sin hacer ruido y por caminos diversos para no suscitar comentarios”.