El amor a Dios, el deseo de aprender y el entusiasmo de formandas y formadoras hizo posible que no se perdiera ni un solo mes de formación y se continuara el proceso de forma virtual a través de plataformas tecnológicas. Este tipo de formación ya lleva un año y de esta manera se prueba que quien quiere puede y que la pandemia no pudo frenar el deseo de estas ocho vocacionadas que han sentido la llamada del Señor y buscan encontrar la voluntad de Dios en sus vidas.
“Nada nos detuvo”
Estos son algunos de los testimonios de las candidatas a lo largo de este proceso:
“Para mí es motivo de orgullo, porque nada nos detuvo para seguir formándonos. Dando impuso al Internet nos conectó con el resto del mundo y permitió que aprendiéramos cosas relacionadas con virtualidad que de otra forma quizás no hubiéramos hecho. Ha sido una clase magistral sobre la comunión de los santos, como estamos conectamos al punto que nos reconocemos como hermanos que compartimos una casa común. No importa donde estemos, estamos conectados unos a otros”, expresó María Jesús Mesén.
“Ha sido muy rico porque esta situación no detuvo a ninguna, a negarnos a seguir aprendiendo a pesar de que el principio me costó mucho por la tecnología, pero tuve que aprender y creo que Dios nos ha dado la gracia”, dijo Silvia Araya.
“Para mí ha sido edificante ver el esfuerzo de nuestras formadoras y el gran esfuerzo de nuestras hermanas con limitaciones tecnológicas en su apertura para el uso y aprendizaje de nuevas tecnologías, su fidelidad y el no desanimarse en la búsqueda, todo por seguir al Amor de los amores”, relató por su parte María Villalobos.
“Para nosotras ha sido muy provechoso, no ha sido obstáculo para continuar a pesar de los problemas con el Internet. No nos dejamos vencer y buscamos la manera de seguir. Destaco el compañerismo pues nuestras hermanas nos han ayudado mucho. Damos gracias a Dios y a la Virgen”, mencionó Sandra Marín
Los cursos se adaptan a la virtualidad fácilmente porque se permite recibir el contenido, interactuar y compartir. La virtualidad nunca va a reemplazar las formaciones presenciales, pero ha sido una forma de seguir adelante y de mostrar resiliencia en estos tiempos difíciles. “Seguimos conectadas y eso es muy importante, no perder la conexión entre formandas y formadoras, incluso apoyarnos mutuamente porque estos han sido tiempos de temor, incertidumbre y el proceso nos he permitido apoyarnos en la fe y confianza en Dios”, agregó María Quirós, virgen consagrada.
Proyección
En este tiempo, a pesar de tanto dolor, no todo ha sido malo. Una de las ventajas de volcarse al uso de la tecnología fue la eliminación de las distancias, no solo nacionales sino internacionales. Gracias a las redes sociales el Ordo Virginum de Latinoamérica pudo celebrar sus 50 años del Ritual de Consagración de Vírgenes ya que el evento que se había preparado en Roma para esta celebración internacional se había cancelado. Además, existe una unidad mayor entre las consagradas de los países del mundo, pero especialmente en Latinoamérica y el Caribe.
La formación al Ordo Virginum de San Isidro también pudo integrar consagradas de diversos países que han compartido testimonios, talleres e iniciativas que han sido ampliamente aprovechadas por las formandas. Por ejemplo, se tendrá un taller de afectividad con Lucía Valdés, psicóloga y virgen consagrada quien tiene amplia experiencia en este tipo de talleres en México. La Dra. Christina Hip Flores, canonista y virgen consagrada ofrecerá igualmente un taller básico de derecho canónico, entre otros.
“Ahora nos preparamos para vivir virtualmente el I Encuentro Latinoamericano y del Caribe del Ordo Virginum que será del 28 al 30 de mayo 2021 y que es organizado por hermanas de diferentes países que se asociaron para buscar la unidad regional en la pandemia,” mencionó Lis Chaves, responsable de la formación.
“La seriedad, el orden y la claridad son elementos importantes dentro de un proceso formativo. Las formandas merecen el respeto de un proceso serio donde haya total compromiso de parte de los encargados y esto incluye buscar soluciones para que no se interrumpa y las muchachas puedan continuar su discernimiento. Es una gran responsabilidad guiar vocaciones, pero si hay compromiso y caridad Dios ayuda con todo.” agregó Chaves.
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