Según Monseñor Daniel Blanco, tenemos en este Año de San José una excelente oportunidad para aumentar su devoción, que consiste no solo en admirar su figura sino en imitar su ejemplo de vida. “San José tiene mucho que enseñarnos”, asegura.
En primer lugar, el hecho de que, aunque siendo una persona de la que no se conoce una sola palabra en las Sagradas Escrituras, estuvo siempre dispuesto a cumplir las indicaciones que Dios le da en sueños.
“Cada una de estas acciones las pone en práctica sin hablar, sin reclamar nada a Dios, solo cumple lo que se le está pidiendo, sabe, en ese ser hombre justo, escuchar la voz de Dios y la pone en práctica”, reflexiona el Obispo Auxiliar.
Destacó el hecho de que San José vivió momentos muy difíciles desde el punto de vista personal y social. Personalmente porque aquella con la que había planeado su vida, María, Dios iba a tener un plan diferente, y él asumió ese plan diferente al que había planeado.
“Este año ha sido eso para nosotros, llevar adelante una vida muy diferente a los planes que habíamos trazado. Cuando inició el 2020 todos teníamos planes muy diferentes, pero la situación sanitaria debido a la pandemia nos cambió todos los planes, personales, laborales, académicos, pastorales incluso en la vida de la Iglesia, y San José es un hombre que supo cambiar sus planes para ponerse en el plan de Dios, en estos momentos de dificultad san José nos enseña eso, que la vida está en la mano de Dios y aunque las cosas están difíciles, Dios tiene planes y muchas veces tenemos que abandonar nuestros propios planes para entrar en los planes de Dios”, agregó Monseñor Blanco.
También desde el punto de vista social, enfrentó situaciones muy duras, como tener que levantar al niño y hacerse extranjero en Egipto. “Hoy también hay muchos hermanos que en este momento están viviendo situaciones difíciles, la pandemia ha traído pobreza, el hecho que hermanos tengan que buscar opciones de vida en otras partes, personas que vivían en el país han tenido que regresar, San José es ejemplo de perseverancia en medio de las situaciones difíciles que se viven, él hace lo que Dios le pide y sabe que en los planes de Dios va a encontrar prosperidad. En su vida, San José nos enseña eso, a poner la vida y los planes en las manos de Dios porque ahí vamos a encontrar felicidad aun en las dificultades que podamos estar”, concluyó Monseñor Blanco.
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