"Estamos, sin lugar a dudas, en una fase crítica de la Pandemia provocada por el Covid-19, al tiempo que se ha puesto en marcha, en las últimas semanas, un proceso gradual de aperturas, para retomar las diferentes actividades que son muy necesarias también para nuestra sociedad", constata Monseñor Garita en su mensaje.

Recientemente, recuerda, los obispos del país nos dirigimos con un mensaje en el cual exhortamos a la mayor responsabilidad de todos para cuidarnos, pues está en juego la caridad fraterna y el valor de la vida de unos y otros.

"Hoy quiero dirigirme a ustedes, una vez más, para que seamos estrictos en el cumplimiento de protocolos de prevención del COVID-19 como el lavado de manos, el cuidado para toser y estornudar, ser rigurosos también en el uso obligatorio de la mascarilla y en el distanciamiento físico", agrega.

El obispo agradece a todos quienes han seguido estas reglas "que nos permiten poner un grano de arena en medio de esta crisis", en especial menciona a los sacerdotes de la Diócesis, a los colaboradores de equipos de apoyo y a los fieles que, al volver a los templos, también contribuyen con estos protocolos. "Tenemos que seguir siendo muy estrictos con el llamado que ha hecho la Iglesia y el cumplimiento de las normas aprobadas por el Ministerio de Salud", afirma.

De igual modo, asegura, "sé que muchísimas personas en las comunidades están siguiendo fielmente estos llamados, igual que muchos empresarios, grandes o pequeños. Esta es una tarea que entre todos podemos sacar adelante".

Finalmente anima a no perder la esperanza: "No nos dejemos vencer. Sigamos entre todos combatiendo este mal, necesitamos bajar los casos diarios, es preciso evitar que los hospitales de la zona se saturen. Mostremos solidaridad con estos gestos de cuidado personal y cuidado de nuestros hermanos".