Si se supone que el Papa es Sucesor de Pedro ¿Por qué en la historia ha habido Papas que no han estado a la altura o que no han tenido las virtudes que se esperarían de él?
El Padre Roy Solano, doctor en Teología Espiritual, explica que la decisión de escoger al Papa no la toma Dios, la toman seres humanos, en este caso cardenales, quienes deben discernir y permitir la acción del Espíritu Santo, para que los ilumine y guíe a la hora de votar.
“Dios no ha querido actuar sin la participación nuestra, no somos sus títeres, no estamos programados para hacer lo que Él quiera, tenemos libertad e inteligencia, por lo tanto, la elección del Papa pasa por una elección humana”, comentó el sacerdote.
Por eso, durante el cónclave, es importante que los cardenales oren y hagan discernimiento, para escuchar la voz de Dios, siendo así, entonces sí se puede decir que se ha hecho la Voluntad del Señor.
¿Se pueden equivocar los cardenales?
El Padre Roy comenta que los electores podrían equivocarse, como quizá se equivocaron en otros momentos de la historia, pero en la actualidad considera que esto es casi imposible, pues en la ahora hay un ambiente que permite la oración y el discernimiento.
En otros momentos de la historia, por ejemplo, había reyes o emperadores con intereses políticos y económicos que lograban influir, tanto desde dentro como desde afuera. “Si la elección de un Papa se hace bajo criterios políticos, económicos, mundanos y no bajo la búsqueda de discernimiento y oración, la elección no va a ser la mejor”, añadió.
No obstante, los cónclaves recientes han elegido como Papas a varones que han dado ejemplo de santidad y muchos incluso ya han sido canonizados o están en proceso de serlo.
Por otro lado, no hay que olvidar que Pedro también fue digno de corrección por parte de Pablo. Ser Papa no significa ser perfecto, es un hombre de carne y hueso, que también necesita de Dios.
Por eso, los Pontífices también confiesan sus pecados, reciben los sacramentos y, como Francisco, piden que oren por ellos, porque necesitan el auxilio de Dios. El Papa no es un monarca absoluto y por encima de todos, es una misión espiritual confiada por Dios, una institución divina derivada de la voluntad de Cristo.