Este día también nos brinda la oportunidad de reconocer los desafíos que enfrentan muchas familias, tanto en nuestro país, como en el mundo. Muchas de ellas luchan por acceder a servicios básicos, como la educación, la salud, la vivienda y la alimentación. Además, en numerosos pueblos y comunidades, las familias enfrentan situaciones de pobreza, discriminación y, lamentablemente, violencia intrafamiliar; lo cual vulnera la dignidad, la seguridad y el bienestar emocional de sus miembros, especialmente, mujeres, niños y personas mayores. Por ello, es fundamental impulsar políticas públicas y programas sociales que promuevan el bienestar y la protección de todas las familias, sin importar su situación.
Que este Día Internacional de la Familia sea una celebración que nos invite a valorar y fortalecer el respeto, el cuido mutuo, nuestra fe y el verdadero amor de las estructuras familiares; reconociendo, así, la importancia que tiene en nuestra vida personal y colectiva. Además, que esta fecha nos anime a trabajar por un mundo en el que todas las familias tengan las condiciones básicas y necesarias para desarrollarse en un ambiente seguro, saludable y lleno de amor a DIOS.
✝ Manuel Eugenio Salazar Mora
Obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia
Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar