En particular, el CAM6 se destacó por su carácter sinodal, pues participaron obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicas, laicos y jóvenes de América Latina y el Caribe, incluyendo a Canadá, Estados Unidos hasta de Asia, Oceanía y África.
Todos enfocados en reflexionar y renovar su compromiso misionero a través de una metodología que permitió la dinámica del evento, entre ellas: iluminación misionológica, ponencias, testimonios y espacios de reflexión, todo ello marcado por el diálogo, el discernimiento y la elaboración de propuestas para la misión.
La lectura de análisis y reflexión hecha por los participantes, permitió visibilizar algunos desafíos que hacen resistencia hacia la misión ad gentes, entre los aspectos que intuyeron están: la introversión eclesial; la falta de gratuidad hacia los misioneros; escaza la formación misionológica; y poca infraestructura y estrategia económica y de recursos humanos. Igualmente, fue el momento para destacar y reconocer la labor de los jóvenes en la misión. Resaltando su alegría, energía y creatividad; pero también el pensar en buscar estrategias que permitan integrar a las nuevas generaciones en esta tarea evangelizadora.
El mensaje conclusivo del CAM6, plantea las resistencias que existen para avanzar hacia la misión ad gentes, entre ellas el miedo a salir de la zona de confort, la escasez de recursos y la indiferencia pastoral, a lo que se plantearon respuestas que brotaron de lo compartido entre los asistentes.
Entre sus propuestas concretas están: Promover una Iglesia siempre en salida, como lo propone el Papa Francisco; acompañar a los misioneros, apoyarlos y visibilizar su labor; fomentar la formación misionológica, ampliando los centros de formación y creando redes internacionales de cooperación; incentivar la participación laical y juvenil, reconociendo su aporte en la evangelización.
El documento destaca como resultado la importancia de un modelo misionero apoyado en la relación personal y comunitaria con Cristo, promoviendo la cercanía, el diálogo y la valoración mutua. Modelo que sintetizan en cuatro dinámicas esenciales: Ad gentes, es decir, salir siempre porque la Iglesia está en constante misión; Inter gentes, o sea, encontrarse y convivir con las comunidades; Cum gentibus, es decir, aprender e integrar las riquezas de otras culturas; y Omnes gentes et creaturae: evangelizar a todos y promover una ecología integral.