En su discurso dirigido a los directores nacionales de las OMP, el Papa Francisco, refiriéndose a la solemnidad de la Santísima Trinidad celebrada ayer, para declinar en clave misionera las tres palabras clave sobre la comunión, afirmaba: “Cuando contemplamos la Trinidad, vemos que Dios es comunión de personas, es misterio de amor. Y el amor con el que Dios viene a buscarnos y salvarnos, enraizado en su ser Uno y Trino, es también el fundamento de la misionariedad de la Iglesia peregrina en la tierra (cf. Redemptoris missio, 1; Ad gentes, 2)”. Y luego ha exhortado a todos “a progresar en esta espiritualidad de la comunión misionera, que es la base del camino sinodal de la Iglesia de hoy. Lo subrayé en la Constitución Praedicate Evangelium y os lo reitero ahora también a vosotros, especialmente por vuestro proceso de renovación de los Estatutos. Es importante que los estatutos estén actualizados. Es necesario para todos un camino de conversión misionera y, por eso, es importante que haya oportunidades de formación personal y comunitaria para crecer en la dimensión de la espiritualidad misionera ‘comunional’”.
La “creatividad” – segunda palabra “entregada” por el Papa Francisco a los directores nacionales de las OMP– nace del estar “enraizados en la obra creativa de Dios, que hace nuevas todas las cosas”. El Papa subrayaba: “toda actividad misionera es creativa en la medida en que la caridad de Cristo es su origen, su forma y su fin. Así, con fantasía inagotable, crea modos siempre nuevos de evangelizar y de servir a los hermanos, especialmente a los más pobres”.
La tenacidad, tercera palabra “confiada” por el Papa Francisco a la reflexión de la Asamblea de las OMP, “así, la misión divina «es un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios. ¡Incansable!» Tenacidad. «Por esto, la Iglesia seguirá yendo más allá de toda frontera, seguirá saliendo una y otra vez sin cansarse o desanimarse ante las dificultades y los obstáculos, para cumplir fielmente la misión recibida del Señor» (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2024)”.