Durante casi 20 años, Douglas Cubillo ha rezado la Coronilla de la Divina Misericordia junto a los oyentes de Radio Fides 93.1 FM, de lunes a viernes, a partir de las 3:00 p.m. “Más que una devoción es una espiritualidad”, afirma el locutor.
Cuenta que, antes de empezar con esto, trabajaba en otra emisora, un día la persona encargada de rezar la Coronilla se ausentó y le pidieron que lo sustituyera. Reconoce que nunca antes la había rezado, apenas la había escuchado porque su esposa a veces la ponía. Le dieron un folletito y él comenzó a estudiarlo.
Empezó a sentirse cautivado por lo que descubría. Rápidamente se hizo con el Diario de Santa Faustina y quedó fascinado. “Aun me fascina”, asegura.
Hace 19 años comenzó a trabajar en Radio Fides, a los pocos meses de haber entrado la persona encargada de rezar la Coronilla se retiró. El director en ese momento, el Pbro. Emilio Miranda, lo llamó y le dijo: “Usted ya sabe, siga haciéndola usted”.
En entrevista a Eco Católico, Douglas comentó: “No solo es rezar es propagar la devoción, compartir lo que he aprendido. Estoy agradecido, porque el Señor me ha permitido transmitir esto a través de la Radio, por tantos años”.
La devoción a la Divina Misericordia se ha propagado mucho desde entonces. Hace 19 años la Coronilla se comenzó a rezar también en la Catedral Metropolitana y así ha ocurrido en muchísimas parroquias nacionales. Este locutor ha recorrido todo el país para rezar y divulgar la devoción en diferentes comunidades.
Douglas recuerda que la esencia del culto a la Divina Misericordia está en la confianza en Dios, aun en medio de los problemas. Mencionó que la pandemia de Covid19 fue un momento muy duro para él, especialmente a nivel económico, pero “nunca el Señor nos abandonó y nunca nos faltó la comida, siempre algo pasaba y el Señor proveía”.
Testimonios de misericordia
Afirma que su trabajo le ha permitido escuchar y ser testigo de muchos testimonios de personas que han pasado por malos ratos y el Señor se ha manifestado a través de esta espiritualidad.
En sus giras a comunidades, por ejemplo, ha rezado junto a mujeres que no podían quedar embarazadas por razones médicas y, meses después, cuando él regresa le presentan a sus hijos.
“Hace poco, me tocó ir a Mercedes Sur, en Heredia (...) llegó una muchacha y me dijo: “Douglas, qué bueno que lo puedo ver, yo tengo que agradecerle, yo estuve a punto de suicidarme, en ese momento no sé cómo se encendió la Radio y usted decía algo sobre la Divina Misericordia, eso me hizo cambiar de pensamiento y ahora sirvo al Señor”, relató.
El locutor agrega que: “No es solo pararse frente a un micrófono, yo le pido al Señor las palabras que la gente necesita escuchar, no lo que a mí se me antoje decir, que Él utilice mi boca, mi voz, para ayudar a otros que pasan por una dificultad o una prueba, que esas palabras los toquen y los fortalezcan”.
Douglas también dice tener presente que la gloria es para el Señor y recordó una prédica de Salvador Gómez, en la que exclamó: “Yo soy la voz, pero Él es la Palabra”.
También, entre sus experiencias, destaca las visitas al Santuario de la Divina Misericordia en Polonia, donde se encuentra la tumba de Sor Faustina y la imagen de Jesús Misericordioso. De hecho, junto a su esposa organiza peregrinaciones a ese lugar, desde donde se dice que brota el fuego de la misericordia de Dios para el mundo.
