Monseñor Fernández dijo que el proceso fluyó y se sintió la luz del Espíritu Santo en un resumen donde se respetaron las voces expresadas por todas las diócesis. Entre los temas que surgieron en la síntesis de Costa Rica están: caminar juntos sin dejar al margen del acompañamiento pastoral a las periferias y otras poblaciones, mejorar los procesos de escucha y recibir respuesta de parte de la jerarquía, impulsar el kerigma como anuncio y escucha fundamental de Cristo entre nosotros, mejorar la comunicación en todos los niveles con empatía, respeto y humildad y tener más y mejores procesos formativos sobre todo para los laicos.
También se destacó la importancia de descubrir nuestra vocación universal a la santidad y asumir de manera responsable la misión en la Iglesia, así como una mayor conciencia y protagonismo del laicado sobre su papel en la sociedad y en la Iglesia
“Uno de los aspectos que mencionaron todas las Diócesis fue la necesidad de eliminar el clericalismo y el autoritarismo y hacer crecer una espiritualidad de comunión y servicio, con un liderazgo integrador y vínculos de respeto e igual participación entre todos”, mencionó el Pbro Mario Segura, coordinador de la comisión nacional.
“Uno hermoso regalo que recibimos el último día de la encerrona fue la visita de Monseñor Luis Marin de San Martin quien compartió con nosotros toda una mañana, contestó dudas y nos animó a continuar por esta vía sinodal” agregó el padre Mario.
La fase continental está ahora siendo coordinada desde el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y ellos informarán los próximos pasos.