Estudiantes, egresados, funcionarios actuales y jubilados, miembros de la Junta Administrativa y otros, se unieron para dar gracias al Señor por el Colegio de San Luis Gonzaga. La Santa Misa fue presidida por Mons. Mario Quirós, obispo de Cartago, en la Catedral Nuestra Señora del Carmen.
Luis Alfonso Fernández Guevara, profesor de Educación Religiosa, informó que se hizo la solicitud para hacer esta celebración al párroco, Pbro. Hernán Chaves, quien además es exalumno de esa casa de enseñanza. Asimismo, como dato curioso, el docente señala que hay entre 35 a 40 sacerdotes que son egresados de esta institución.
Previo a la Santa Eucaristía hubo una procesión con la imagen de San Luis Gonzaga, cargada por estudiantes de undécimo año, desde el emblemático edificio de estilo neoclásico hasta la Catedral.
Caminaron en medio de cantos, entre ellos, algunos interpretados a capela por una estudiante. Una vez en el templo, los participantes se dispusieron a celebrar la Santa Misa. En total había cerca de 500 personas, entre alumnos, egresados, profesores, funcionarios actuales y jubilados.
“Tuvimos una Misa Solemne, con monaguillos del Colegio, así agradecimos al Señor por estos 180 años de labor de nuestra institución que ha dado una inmensa cantidad de bachilleres para Costa Rica”, comentó el profesor Fernández.
180 años de historia
El Colegio San Luis Gonzaga celebra oficialmente su fundación el 1 de septiembre. En esa fecha, pero en 1842, se firmó un decreto para erigir una casa de enseñanza en la provincia de Cartago, el cual además tendría como patrón a San Luis Gonzaga. Con esto se convirtió en el primer colegio público, autónomo, de Costa Rica.
Como dato curioso, se dice que en 1884, el expresidente Mauro Fernández dispuso ponerle como nombre Instituto de Cartago, sin embargo la ciudadanía continuó refiriéndose a él con el nombre del patrón de la Juventud.
Sobre San Luis Gonzaga
El Patrón de la Juventud Católica, San Luis Gonzaga, nació el 9 de marzo de 1568 en Lombardía. Provenía de una familia noble, era el hijo mayor de Ferrante, marqués de Chatillon de Stiviéres en Lombardía y príncipe del Imperio y Marta Tana Santena (Doña Norta), dama de honor de la reina de la corte de Felipe II de España.
A pesar de ser educado para convertirse en militar, desde muy pequeño comenzó a desarrollar una gran piedad cristiana. Comenzó a rechazar la vida de lujo y opulencia, así como a cuestionar la formación que recibía.
Siendo adolescente ingresó a la Compañía de Jesús, pese a la rotunda oposición de su padre, quien deseaba que su hijo hiciera carrera castrense, al punto de recurrir a las más diversas autoridades políticas, eclesiales y familiares para convencer a Luis de cambiar de opinión.
En 1591, se desató una gran peste en Roma. Junto a sus compañeros religiosos, con valentía, el joven jesuita brindó atención a los enfermos hasta que él mismo se contagió y sufrió una lenta agonía durante tres meses.
Con la mirada puesta en el crucifijo y el nombre de Jesús en sus labios, falleció el 21 de junio de 1591, a los 23 años, tras una vida rica en experiencias. Fue canonizado en 1726 y la Iglesia lo declaró Patrono de la Juventud.