Ambos varones pertenecen a la Orden de San Agustín, específicamente a la Delegación Nuestra Señora de la Paz de Centro América. Esta comunidad, además, tiene a cargo la parroquia de Venecia. La ceremonia litúrgica fue presidida por Mons. José Manuel Garita, obispo de Ciudad Quesada.
Fray Joel nació en Nicaragua y Fray Iván en El Salvador, próximamente, celebrarían la ordenación sacerdotal en sus respectivos países. Como diáconos, estos muchachos podrán administrar el bautismo, presenciar el matrimonio, llevar el viático, presidir las exequias y dirigir la homilía, entre otras funciones.
En su predicación, Monseñor habló a los jóvenes ordenados sobre el don de la vocación, “nuestra vocación es gracia”, expresó. “En nuestra vida y en nuestro ministerio, al final lo que cuenta es esa capacidad de dar la vida y de darse en pequeños detalles, en grandes acontecimientos, en todo momento y circunstancia”, dijo el obispo.
Y agregó: “No somos asalariados, somos servidores. No somos señores ni patronos, somos siervos y esclavos. Esta es la lógica y la voluntad de Jesús. Así es como Él quiere que vivamos y sirvamos en su Iglesia”.