Este sábado 31 de julio, la Arquidiócesis de San José peregrinó al Santuario Nacional en Cartago. La ceremonia litúrgica estuvo presidida por Mons. Quirós, concelebrada por el obispo auxiliar, Mons. Daniel Blanco; el obispo de Cartago, Mons. Mario Quirós; clero arquidiocesano y fieles laicos.
El arzobispo recordó cómo María se mantuvo en oración junto a los discípulos aun en momentos muy duros, y cómo también Jesús, en el Huerto de los Olivos, angustiado, oró al Padre.
Además, recordó las palabras del Santo Padre, en referencia a San Francisco: “Él no hacia la guerra dialéctica imponiendo doctrinas, sino que comunicaba el amor de Dios. Había entendido que “Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios” (Jn 4,16).
“De ese modo -continúa el Santo Padre- fue un padre fecundo que despertó el sueño de una sociedad fraterna, porque “solo el hombre que acepta acercarse a otros seres en su movimiento propio, no para retenerlos en el suyo, sino para ayudarles a ser más ellos mismos, se hace realmente padre” (Fratelli tutti, n. 4).
A lo anterior, Monseñor agregó: “En este difícil momento que nos está tocando vivir, el camino seguro es la fraternidad, entendida desde el corazón de Cristo, que es la fuente de toda fraternidad, porque Él, con sus brazos abiertos en la cruz, nos atrae y nos abraza a todos, sin excluir a nadie, a fin de cambiar nuestra vida.
“Que no se siga sembrando cizaña”
Lamentó el individualismo y que haya quienes insistan en caminar solos. Enseguida destacó como ejemplo el trabajo desarrollado por la Mesa Patriótica Unidos por la Vida, integrada por diversos sectores sociales, en la cual, por ejemplo, se hizo la petición para vacunar a las personas habitantes de la calle.
“Este camino de solidaridad y mutua colaboración es en gran medida el camino recorrido por el país y diseñado por costarricenses visionarios quienes, dejando de lado toda ideología y dogmatismo, se unieron para heredamos la legislación laboral y social de la que nos sentimos orgullosos”, expresó.
Y añadió: “Pedimos a nuestros gobernantes se siga por este camino, que sí da resultados de verdadera solidaridad”.
De acuerdo con Monseñor, es necesario que se tomen decisiones para fortalecer la democracia y la solidaridad, para que “la dictadura ideológica, que se nos impone desde afuera, no venga a matar nuestro espíritu”.
Habló además sobre tomar el camino del diálogo, saber escuchar y acoger las mejores ideas, en vez del simple “cumplimiento publicitario de oír”.
En su mensaje, el arzobispo abogó por la protección y fortalecimiento de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Consejo Nacional de la Producción (CNP) como aliado de los agricultores, así como por el Régimen de Invalidez Vejes y Muerte (IVM).
Hacia al final apeló a la esperanza. “Nuestra fe nos enseña que, es unidos a la Pasión de Cristo, donde encontramos el consuelo y la fuerza necesaria para continuar el camino”.
“Como María -dijo-, nos corresponde llevar consuelo al que sufre, pero también con verdadera convicción llevar la luz de la verdad, luchar porque no se siga sembrando la cizaña como si fuera buena semilla, sobre todo en la mente de nuestros jóvenes, y digamos como el profeta Isaías: “Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal” (Is, 5,20).
