Face
Insta
Youtube
Whats
Viernes, 03 Mayo 2024
Suscribase aquí

¿Podemos orar por la salvación de Judas, el traidor?

By Mons. Vittorino Girardi S. Junio 25, 2023

“Monseñor Vittorino: ante todo reciba mi respetuoso saludo y la expresión de mi agradecimiento por su prolongado servicio. En mi familia hemos tenido varios casos de suicidio y desde muy joven me han sugerido que pidiera por el eterno descanso de los que terminan su vida de ese modo. A lo mejor, ha sido por esa costumbre que desde la última Semana Santa, me he dicho: ¿y por qué no pedir por la salvación de Judas? Él se suicidó porque no pudo cargar en su corazón el hecho de que por su culpa, iban a crucificar a un inocente y, además, amigo, Jesús. ¿Es una locura la mía, Monseñor? Una vez más, ¡Muchas gracias!”.

Laura Arrieta O. - Costa Rica

 

Estimada Laura, ya son muchos los años en que voy recibiendo preguntas de todo tipo y contenido. Sin embargo, es la primera vez que me llegan un comentario y una pregunta como la suya.

Una primera constatación. Hablar de Judas, el traidor, es acercarse a un misterio y, entonces, a interminables preguntas. Él, como los demás apóstoles, lo había dejado todo, para seguir a Jesús. Él también, como los demás, se sintió “conquistado” por las enseñanzas de Jesús y asombrado por los prodigios que el Maestro realizaba y, entonces, ¿cuándo y por qué dejó que aflorara en su corazón la idea de entregar a Jesús? ¿Cómo permitió que ese pensamiento se adueñara de él y se hiciera determinación, que lo llevó a preguntar a los Jefes de los judíos: “¿cuánto me dan si se lo entrego?” (Mt 26, 15). ¿Pensaría que Jesús no hubiese permitido -gracias a su poder- que los soldados enviados por las autoridades judías, se lo llevaran? ¿Y creería aún menos que Pilato lo condenaría a ser crucificado?

El hecho es que “cuando vio que Jesús estaba sentenciado a muerte fue presa de remordimiento y devolvió las treinta monedas […] con estas palabras: “he pecado poniendo en sus manos sangre inocente […]; se marchó y se ahorcó” (Mt 27, 3-5).

Es el final que nos trae a la memoria las muy duras, sin duda las más duras palabras que Jesús pronunciaría: “Desdichado de aquel que me va a entregar. ¡Más le valiera no haber nacido! (Mt 26, 24).

Sin embargo, no cabe citar esas palabras de Jesús, para afirmar que Judas ha quedado eternamente excluido de la salvación. Una vez más, estamos frente al “misterio”…

De su parte, nuestra Iglesia, si ha declarado bienaventurados, es decir, en la eterna gloria de Dios a miles y miles de fieles que nos han dejado, de nadie ha afirmado que esté eternamente condenado.

Sigamos pues, pidiendo por todos nuestros difuntos, no considerando el modo conque han terminado su peregrinar por este mundo. ¡El juicio le pertenece exclusivamente a Dios!

Si ahora quisiéramos hablar del suicidio en general, conviene tener presente lo que de él han afirmado los mejores psicólogos que se han dedicado a estudiar este doloroso hecho. Actualmente es más frecuente que en el pasado, en Costa Rica, como en otros países. Un ejemplo: en plena época del Covid-19 se nos informó que en Japón, en un día las muertes por suicidio, eran más numerosas que las muertes por el Covid…

El suicidio, -nos han repetido los psicólogos- es un “misterio, como lo es también la enfermedad mental. De las dos realidades desconocemos las causas que, en cualquier caso, son múltiples”. Con eso, sin embargo, no cabe afirmar que toda persona que se suicida sufra de una enfermedad mental. Y tampoco es correcto asegurar que alguien se suicida, por ejemplo, por un inesperado diagnóstico de un cáncer terminal, o por una inesperada ruptura sentimental… Éstas y otras circunstancias pueden cooperar a que alguien decida “suicidarse”, pero no son las causas determinantes. Es más correcto decir: tal persona, cuya situación personal, social o psicológica (por ejemplo, de depresión) optó por suicidarse… Es precisamente aquí, que nos “topamos” con el misterio… Surge la pregunta: ¿y por qué optó, por qué decidió suicidarse? La pregunta queda sin respuesta.

Es por eso que el suicidio siempre tiene un muy particular sello personal, que no cabe transferir a otros casos y no cabe entonces, generalizar su interpretación.

Es verdad que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha divulgado y con efecto, la afirmación de que el 90 % de los que se suicidan, sufren de una enfermedad mental. Sin embargo, los hechos dan motivo para desmentir esa tajante afirmación. Baste un ejemplo. Recordamos los resultados de una reciente encuesta en una universidad de Estados Unidos, de unos 60 estudiantes que afirmaron que habían intentado suicidarse, 85 % declararon que lo hicieron porque “la vida les parecía carente de sentido”. Y ninguno de aquellos estudiantes sufrían de ninguna enfermedad mental y, además, resultó que el 95 % de ellos desarrollaban normales actividades sociales, salían bien en sus estudios y mantenían relaciones positivas en sus familias.

Lo que les faltaba a esos estudiantes era la respuesta a la pregunta fundamental: ¿por qué y para qué vivir? O como lo formuló en su momento San Agustín: ¿De qué serviría haber nacido?

Es una gracias invaluable, estimada Laura, saber que en Cristo y sólo en Él, todo cobra su verdadero sentido. Él mismo lo ha afirmado: “¡Yo soy la Luz del mundo! Quien me sigue no anda en tinieblas” (Jn 8, 12).

Last modified on Domingo, 25 Junio 2023 19:05

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad