Los musulmanes que aceptan y se dejan guiar por la sunna son precisamente denominados sunitas, y hoy en día, son la mayoría de los que profesan el Islam, como en Arabia, Turquía, Siria, Egipto, África del Norte,… y que se consideran, obviamente, los más ortodoxos o fieles al profeta Mahoma y, entonces, a Dios.
Los shiitas o chiitas no han dejado nunca de ser la otra gran rama de la comunidad y de la doctrina musulmanas. El nombre deriva de la palabra árabe shiia o chiia, que propiamente no indica ninguna doctrina o preferencia, sino, término árabe que equivale a lo que nosotros indicamos diciendo “partidarios”. Ahora bien, los shiitas son los partidarios de ’Alí, cuya persona y función dominan la historia y la doctrina de los distintos grupos que se reconocen shiitas, es decir, partidarios.
La historia del shiismo se remonta al mismo origen del Islam, puesto que muchos creyentes se sintieron atraídos por la figura de ’Alí, ya que en vida del profeta Mahoma, éste le había designado como sucesor suyo. ’Alí era su yerno y Mahoma justamente unos meses antes de morir, en el año 622 lo escogió como su sucesor. Y hay que reconocerlo: en efecto, ’Alí en 656, fue nombrado jefe de la comunidad musulmana.
Sin embargo, no todos reconocieron su autoridad. La misma viuda de Mahoma, A’isa, con sus partidarios, cooperó de modo determinante a que la corriente shiita se separara definitivamente de los sunitas, quienes se sentían plenamente fieles al conjunto de los compañeros del profeta. Esta división, como acontece siempre, dio origen a otras… y un miembro de una de ellas, asesinaría al mismo ’Alí en el año 661.
A pesar de no pocas dificultades y obstáculos, el movimiento shiita logró imponerse en ciertas regiones, sobre todo, en Irán, en donde desde el siglo XVI fue adoptado como religión oficial.
En su organización o jerarquía, tiene una importancia capital el Imam, jefe religioso y político a la vez, elegido, según su tradición, directamente por Dios y de entre los descendientes de ’Alí, y a quien le corresponde nombrar a su sucesor, pero siempre de entre los supuestos familiares del profeta, a saber, entonces, de entre los descendientes de ’Alí que era, ya lo informamos, el yerno del profeta.
Si los musulmanes sunnitas, que son la mayoría, se consideran los más fieles (ortodoxos) al profeta Mahoma, los shiitas se consideran los más estrechamente “vinculados”, casi por parentesco, con Mahoma, en cuanto que sus jefes de grande y amplia autoridad, son escogidos entre los miembros de la dinastía de ’Alí, a quien -volvemos a recordarlo- Mahoma quiso como su sucesor.
Espero, estimado don Jaime, que estas elementales informaciones le puedan ser de alguna utilidad.