Face
Insta
Youtube
Whats
Sábado, 18 Enero 2025
Suscribase aquí

Cómo un Franciscano Seglar debe vivir el Adviento

By Willy Chaves Cortés, OFS Orientador Familiar, UJPll / Máster en Comunicación Política, UCR Diciembre 09, 2024

Soy franciscano seglar por gracia de Dios, que me abrazó con piedad y misericordia para seguir el ejemplo de nuestro padre seráfico San Francisco de Asís.

En este tiempo de Adviento, al reflexionar sobre quién soy para Dios, me digo que quiero ser "el humilde burrito que estaba junto a San José y la Virgen María en el parto de nuestro Mesías y Salvador".

Esta imagen nos invita a vivir el Adviento con humildad y servicio, recordando que la verdadera grandeza de Dios se manifiesta en nuestra sencillez.

La humildad es una virtud fundamental en la vida franciscana. San Francisco nos enseñó que debemos reconocer nuestra condición de criaturas y nuestra dependencia de Dios.

En Adviento, esta humildad nos lleva a abrir nuestros corazones y reflexionar sobre nuestras propias limitaciones y la necesidad de la gracia divina.

"Dios se hace pequeño para que nosotros podamos acercarnos a Él", decía Francisco, y este es un recordatorio poderoso en esta temporada de espera.

Al adoptar esta actitud, cultivamos un espíritu de gratitud y nos despojamos de la arrogancia, permitiendo que Dios actúe en nuestras vidas de manera transformadora.

En palabras de Santa Clara de Asís, "La paz y el amor de Cristo sean siempre en nuestros corazones".

Esta reflexión nos recuerda que, al vivir en paz y amor, reflejamos la luz de Cristo en el mundo, especialmente en tiempos de espera y preparación como el Adviento.

Durante este periodo de preparación, debemos dedicarnos a la oración y la meditación, lo que nos permite conectar con el misterio de la Encarnación, recordando que Dios se hizo hombre para estar con nosotros.

San Francisco encontró en la naturaleza un reflejo del amor de Dios, y así también nosotros podemos encontrar momentos de oración en la creación que nos rodea.

Salir al aire libre, contemplar el cielo estrellado o el suave murmullo de un río puede ser una forma de acercarnos a Dios.

La meditación sobre el nacimiento de Cristo puede ser especialmente poderosa en el Adviento.

Al imaginar la escena en Belén, preguntémonos: ¿Cómo puedo hacer espacio para Cristo en mi vida?

El Adviento también es un tiempo de conversión, donde podemos revisar nuestras acciones y actitudes, y hacer los cambios necesarios que nos acerquen a los valores del Evangelio.

"Estar atentos a las necesidades de los demás" es un principio fundamental que debemos vivir con fervor. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, debemos ser los brazos y pies de Cristo en el mundo, llevando consuelo a los afligidos y esperanza a los desanimados.

Durante este tiempo, podemos involucrarnos en actividades que promuevan el bien común, como la ayuda a los necesitados o el acompañamiento a quienes atraviesan momentos difíciles.

La caridad es una expresión concreta de nuestra fe y un reflejo del amor que hemos recibido.

Además, la alegría debe ser un componente esencial de nuestra vivencia en este tiempo.

Nos preparamos con la esperanza de la llegada de Cristo, y esa esperanza debe reflejarse en cada uno de nuestros actos.

Como franciscanos, estamos llamados a ser portadores de esa alegría, compartiendo el amor y la paz de Cristo en cada momento.

San Francisco decía que "donde hay paz, allí está Dios". Por lo tanto, cultivar la alegría y la paz en nuestras interacciones diarias es un testimonio de nuestra fe y una invitación a otros a conocer a Cristo. 

La alegría franciscana no es solo una emoción pasajera, sino una profunda satisfacción que proviene de vivir en armonía con Dios, con nosotros mismos y con los demás.

En este Adviento, busquemos crear momentos de alegría en nuestra vida cotidiana, ya sea a través de sonrisas, palabras amables o gestos de bondad.

Cada pequeño acto de alegría puede ser una chispa que encienda la luz de Cristo en el corazón de quienes nos rodean.

Al vivir este Adviento con el corazón abierto, recordemos que la luz de Cristo ha venido al mundo.

A través de nuestra humildad y servicio, podemos ser un faro de esperanza y amor, haciendo presente el mensaje de Navidad en nuestra vida diaria.

Cada pequeño acto de bondad, cada oración sincera, y cada gesto de servicio son formas de manifestar el amor de Dios en el mundo.

Así, como franciscano seglar, me comprometo a vivir este Adviento en sintonía con el espíritu de San Francisco, buscando siempre ser un instrumento de paz y alegría en la vida de los demás.

En este tiempo de preparación, reflexionemos sobre cómo podemos incorporar estos principios en nuestra vida diaria.

Ya sea a través de la oración personal, la participación en la comunidad, o simplemente siendo más conscientes de las necesidades de quienes nos rodean, cada esfuerzo cuenta.

Que este Adviento sea un tiempo de renovación espiritual, donde no solo esperamos la llegada de Cristo, sino que también nos esforzamos por ser su presencia en el mundo.

Así, con el corazón lleno de amor y esperanza, nos acercamos a la Navidad, listos para recibir al Salvador que viene a nosotros con humildad y gracia.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Image
Planes de Suscripción Digital
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad