¡Feliz Pascua de Resurrección! Quiero reflexionar sobre esas hermosas palabras del Papa Francisco en la Vigilia Pascual 2021, donde nos invitó a ir también a Galilea y nos explicó qué significa esta invitación.
Cuando las mujeres fueron al sepulcro para ungir el cuerpo de Cristo se encontraron con una tumba vacía. El Maestro ya no estaba allí. El ángel de Dios les dijo: “¡No se asusten! Aquel al que buscan, Jesús, el de Nazaret, el crucificado, resucitó” (Mc 16, 6). Y agregó: “Él irá delante de ustedes a Galilea y allí lo verán” (Mc 16,7). Es a raíz de esta Palabra que el Papa nos pide acoger esta invitación de ir nosotros también a Galilea.
“Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo. Para los discípulos fue regresar al lugar donde el Señor los buscó por primera vez y los llamó a seguirlo. Es el lugar del primer encuentro y del primer amor. Desde aquel momento, habiendo dejado las redes, siguieron a Jesús, escuchando su predicación y siendo testigos de los prodigios que realizaba. Sin embargo, aunque estaban siempre con él, no lo entendieron del todo, muchas veces malinterpretaron sus palabras y ante la cruz huyeron dejándolo solo. A pesar de este fracaso, el Señor Resucitado se presenta como aquel que, una vez más los precede, es decir, va delante de ellos. Los llama y los invita a seguirlo sin cansarse nunca. El Resucitado les dice: volvamos a comenzar desde donde habíamos empezado. Empecemos de nuevo. Los quiero de nuevo conmigo a pesar y más allá de todos los fracasos. En esta Galilea experimentamos el asombro que produce el amor infinito del Señor que traza senderos nuevos dentro de los caminos de nuestras derrotas”.
¿Quién de nosotros no se ha equivocado? ¿Quién no ha ofendido al Señor? ¿Quién no ha tenido un fracaso, una derrota? La invitación de la Pascua es entonces ir a Galilea para que volvamos a empezar, para que podamos levantarnos de nuevo con fuerzas renovadas, con la confianza de que el Resucitado nos ama infinitamente y como dice el Papa, “traza senderos nuevos de nuestras derrotas”.
Si te equivocaste con alguien y lo heriste, es el momento de llamarlo y excusarse. Si te hicieron daño, es tiempo de perdonar y tener un corazón libre. Si perdiste el trabajo, vamos de nuevo a buscar otro o a probar nuevas experiencias, a iniciar un pequeño negocio. Si vivías en pecado mortal siempre es momento para reiniciar, dejar atrás esa vida y ser una nueva criatura. No importa cuál sea tu situación, la invitación es volver a iniciar. La Pascua de Jesús nos invita a recomenzar con esperanza y además con el regalo de su amor.
El Papa nos habla incluso de volver al primer amor. ¿Qué nos hizo enamorarnos de Dios? ¿Qué nos llamó al matrimonio, a amar a la otra persona? Ir a Galilea, es volver a ese lugar donde Dios nos llamó porque con la Resurrección nos vuelve a llamar de nuevo. Jesús va delante de nosotros y nos espera ya en esa Galilea para cada uno.
Yo sí quiero ir a Galilea, ¡vamos!, con esa misma ilusión con la que los discípulos fueron a su encuentro. Yo quiero ir porque esta vida es una montaña rusa y siempre hay momentos buenos y momentos difíciles y siempre es bueno renovar nuestra fe, nuestro compromiso y sobre todo reponernos de errores, caídas y fracasos. Jesús nos espera sin recriminaciones, Él simplemente quiere inyectarnos de nuevo su amor, el amor del Crucificado-Resucitado. ¡Vamos a Galilea!, nos espera un sendero nuevo que Jesús trazará para nosotros, nos espera el asombro que habíamos perdido sobre las maravillas del Señor, su amor y su misericordia infinita.
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