Su formación se extendió a 5 años donde ha perseverado y ha vuelto a empezar siempre con ilusión. Dios la ha querido formar al fuego para que comprenda que su vocación está en sus manos y que todo sucede como El quiere. Ella lo ha comprendido con serenidad y lleva un corazón libre.
Espero que María de los Ángeles inspire a otras mujeres a seguir su camino, que lleve siempre su lámpara encendida a las oscuridades del mundo y que su testimonio y su sí definitivo a la llamada del Señor den muchos frutos y que ella sea muy fecunda.
Recuerdo a una niña tímida que me llamó por teléfono hace varios años para preguntar por esta forma de vida consagrada y cuando la veo tan transformada en una mujer que lleva la fuerza de Dios para encender el mundo solo puedo dar gracias a Dios. La vocación es siempre un misterio y es Dios el único dueño. Eso sí, cuando Él quiere algo nada se opone mientras que la persona esté abierta a ese plan de Dios en su vida. María Quirós es testigo de todo esto.
Espero que pueda compartir su testimonio, sobre cómo ha podido continuar frente a las pruebas y que eso nos motive cuando tenemos obstáculos vocacionales y queremos abandonar el proyecto. Cuando Dios quiere algo sigue abriendo las puertas y nos indica el camino. Cuando vamos en un camino equivocado, en el discernimiento descubrimos que no es por ahí y entonces Dios muestra su voluntad.
Alabo a Dios porque en medio de un mundo materialista y sexualizado, sigue llamando a mujeres que creen en la virginidad, la castidad y el servicio por amor según el Evangelio. María, amiga y hermana, ¡Duc in altum… rema mar adentro y que Dios te lleve a donde El necesite que florezcas!