Yo viví en una familia y un pueblo machista, pero es que así es nuestra cultura, que va cambiando sí, pero esas raíces son profundas. En mi pueblo y mi familia las mujeres no trabajaban, se dedicaban a labores domésticas en una actitud demasiado servil hacia el marido como por ejemplo, limpiarle los zapatos, servirle la comida, levantarle los platos, hacerle todo, literalmente en vez de esposo era ser la sierva de un rey. El hombre era el proveedor, el macho y el que tenía derecho a tener amantes si quería porque era hombre y era parte de su naturaleza, así de enfermo es el machismo.
Alguna vez una señora me dijo “yo he soportado las amantes porque mi marido me da todo lo material y no le voy a regalar mi lugar de esposa a cualquiera, entonces usted solo hágase la que no sabe nada si su marido le llega a ser infiel”. Yo sé que las mujeres de las nuevas generaciones leen esto e hiperventilan y hasta se desmayarían. Bueno, yo no soy de las nuevas generaciones, pero cuando me lo dijeron eran joven y dije “No señora, yo tengo dignidad y la fidelidad debe ir en ambas vías” y ciertamente yo nunca soporté esas actitudes machistas, pero me ha tocado vivir y trabajar en una cultura machista.
Se lo que es acoso porque lo he padecido en mi vida laboral secular siempre y lo he visto alrededor mío con compañeras de trabajo. Aún recuerdo cuando a una compañera brillante el jefe le dijo que no le daría una jefatura porque ella no podría llevar a los clientes a night club para hacer negocios. Eso me dio nauseas cuando lo supe. Y tantos ejemplos que tengo que podría llenar 30 columnas como esta.
Yo me acostumbré a ser fuerte porque he trabajado desde mis 13 años y en empresas donde predominaban hombres, tecnología, ingeniería, software, banca… así que no me quedó otra que aprender a defenderme e ir de frente. Mi padre murió cuando tenía 15 así que asumí las riendas de mi casa y de mi vida y me volví jefa de hogar, una mujer que toma sus decisiones. Por eso hoy cuando veo que hablan de acoso sexual a mujeres y machismo digo, hay que empezar por los niños porque en muchos ambientes y lugares eso está aún bien arraigado.
Aun recuerdo cuando me gradué de la Universidad, mis compañeros varones en Estados Unidos hicieron una fiesta con una bailarina erótica. Se la llevaron no sé dónde mientras las mujeres nos quedamos en una cena. La bailarina llevaba un bebé y lo dejó llorando en un coche. Me conmoví, abracé el bebé y le di su chupón de leche…siempre lo he llevado en mi corazón, aunque jamás lo volveré a ver… qué será de ese niño… de tantos niños nacidos de mujeres que no conocen su dignidad.
Señores de la política, profundicen estos temas antes de hablar. La sociedad ha cambiado un poco, pero tenemos muchos feminicidios aún, trata de personas, mujeres desempleadas, mujeres en pobreza extrema, sin estudio y sin esperanza. ¿Qué harán verdaderamente por la mujer y para que en el país se respete la dignidad de la mujer?