No puede haber ninguna mujer católica, no importa su vocación, que no haya leído este documento. Y si la leen mujeres no católicas podrán comprender mejor lo que la mujer significa para los cristianos, aunque muchos no lo tengan presente.
Hombres, laicos y clero, por favor lean Mulieris Dignitatem; si no la han leído, háganlo para que nos puedan comprender mejor. No podemos iniciar un camino de apertura y comprensión para la mujer en la Iglesia si primero no damos este paso.
Si usted lo lee y quiere escribirme sus impresiones por correo electrónico, seré feliz de contestarle. Y si me escribe un sacerdote mi alegría será aún mayor. San Pablo llamaba compañeras a aquellas mujeres que le ayudaban en la incipiente evangelización y a mi me encantaría que nuestros sacerdotes de hoy también nos miren siempre así, compañeras de viaje, de camino y de sacrificios por la construcción del Reino.
El Papa Francisco nos ha llamado a hacer una teología de la mujer más profunda pero no podemos empezar ese camino si no comenzamos por entender todo lo que el Espíritu Santo inspiró a nuestro querido San Juan Pablo II en este texto. Por supuesto que la admiración de San Juan Pablo II por las mujeres le venía del amor tan especial que tenía por la Madre de Dios y de esa raíz brota Mulieris Dignitatem, una verdadera joya para nosotras las mujeres.
Este documento debe leerse sin prisa, en oración y meditación y preguntándonos si comprendemos realmente la dignidad de la mujer. Si tenemos clara su dignidad podemos comprender mejor la vocación a la que Dios la llama y esto permitirá un mejor apoyo a todas las mujeres en la Iglesia.
“La mujer, guardiana del ser humano, de su humanidad: esta es la afirmación programática y la apasionada llamada, en la que desemboca este importante documento. A un lector superficial y apresurado, esta carta del Papa podría parecer solo una meditación edificante, bien poco interesante. Quien acepte la fatiga de sumergirse más profundamente en este documento reconocerá en él, además de su riqueza teológica, también un texto de gran calidad humana, portador de un mensaje que nos incumbe a todos” escribió el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.
Siempre que me invitan a hablar del tema de la mujer inicio y termino con este documento como si fuera siempre el marco de la fotografía. Puedo citar muchísimas palabras del Papa Juan Pablo que me impactan y edifican, sin embargo, una de las más fuertes es cuando se refiera a la maternidad como signo de la Alianza de Dios con los hombres realizada por medio de una mujer virgen. Me ha hecho valorar la maternidad en todas las mujeres pues cada mujer embarazada es signo de esa Alianza.
El feminismo católico corre el riesgo del feminismo radical: caer en una lucha por la igualdad con respecto al hombre. Mi opinión es que Mulieris Dignitatem nos pone en la senda correcta para entender el rol de la mujer en la Iglesia y la sociedad. María, Madre de Dios, modelo de todas las mujeres, ayúdanos a seguir tus huellas.
