El trabajo en equipo requiere mucha madurez y diálogo. Es precioso unir talentos como si fueran instrumentos de una orquesta para que al final se escuche un hermoso concierto. En un equipo siempre hay talentos y también hay debilidades en todas, el arte de trabajar juntos es estar muy conscientes de todas las debilidades y dejar que cada persona ponga a trabajar su talento y confiar.
Es muy importante el plan de trabajo y la administración de las tareas. El equipo debe dejarse guiar maduramente por quien administra el proyecto y las tareas que están todas ligadas a una fecha de cierre donde deben cumplirse. Esta forma ordenada de trabajar permite que el trabajo fluya hacia sus objetivos.
Siempre es importante la confianza entre el equipo, el buen ánimo y la oración para que Dios sea quien guíe los pasos. El conflicto es parte de la vida y siempre aparece en un nivel bajo y alto. No debemos temerlo si utilizamos el diálogo para negociar, evaluar, coincidir y llegar a acuerdos. Es por lo anterior que el trabajo en equipo requiere tanta madurez.
Ante una idea o un proyecto uno puede poner mil excusas para no hacerlo, pero yo estoy convencida de que si queremos podemos. El pasado mes de mayo ocho mujeres nos aventuramos a realizar un encuentro latinoamericano sin antecedentes de algo similar y sin miedo dijimos: si podemos. Comenzamos por rezar y luego a tocar puertas que se fueron abriendo y nos iban emocionando.
Hubo tantas reuniones, pero siempre en un ambiente fraterno. Cada una puso su granito de arena según sus posibilidades y siempre con una sonrisa. Este ha sido para mi el mejor ejemplo de que las mujeres sí somos capaces de trabajar juntas pues éramos apenas unas cuantas organizadoras, pero en el evento se sumaron más de 400 mujeres.
Nunca debemos cerrarnos a que algo es imposible pues además para Dios nada hay imposible. Debemos ponerlo todo en sus manos y cuando algo no es su voluntad, hay que entender esos signos para aceptarlo con paz. Muchas veces, hay problemas que pasan años sin resolverse cuando lo que se necesita es voluntad para arreglarlos. Si se quiere se puede.
Hay ocasiones en que un diálogo sincero puede acabar con años de malentendidos y frustraciones. Que no nos de miedo el diálogo, es la única forma de avanzar hacia la paz. Que no nos de miedo romper esquemas, estigmas, ideas. Por experiencia les digo que los resultados son maravillosos, pues, aunque uno no lograra lo que quería siempre hay una paz interior al decir, lo intenté, hice lo posible, di lo mejor de mí por esto.
Dar lo mejor de nosotros en todo debería ser una regla de vida. No conformarnos con dar algo, sino darlo todo. En este evento que recién realizamos cada una del equipo puso todo, corazón, fuerzas y talentos y el concierto fue espectacular, no solo lo dicen quienes estuvieron presentes sino nosotras mismas que al final agradecimos a Dios por este regalo y riqueza.
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