Dice el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia que “el bien común corresponde a las inclinaciones más elevadas del hombre, pero es un bien arduo de alcanzar, porque exige la capacidad y la búsqueda constante del bien de los demás como si fuese el bien propio” (numeral 167).

Ciertamente, esta ardua tarea por lograr el bien común deja mala nota a Costa Rica y se ven pocas luces en el horizonte para transformar esa realidad que por muchas décadas nos ha golpeado.

Decía el Informe Estado de la Nación, en su último estudio presentado el año anterior, que hay constancia de la “incapacidad de Costa Rica para revertir los altos niveles de desigualdad que ha experimentado a lo largo del siglo XXI”.

Aún más, pone el dedo en la llaga este Informe cuando señala la mala preparación que tenía el país para enfrentar la pandemia que aún nos golpea y que ha desnudado, aún más, graves falencias en nuestra nación.

El Informe califica de “elevado grado” la desigualdad que se vive en nuestro país, incluso si se compara con otros países de América Latina o del mundo en general.

Tremendo reto tiene nuestra nación, que ya tenía un alto grado de pobreza, y que se ha elevado durante la pandemia, o incluso, el desempleo, el cual se duplicó en los últimos meses.

Superar estas brechas y desigualdades debe ponernos en perspectiva de cara a la Costa Rica del bicentenario: ¿qué tipo de nación queremos? Es hora

de que todos tengan acceso a oportunidades de desarrollo integral, es tiempo de que Costa Rica vuelva a retomar una ruta que permita acceder a mejores condiciones de vida para todos.

No obstante, hay otro indicador preocupante que señala el Informe Estado de la Nación. “La pandemia ha puesto al descubierto muchos de los rezagos del sistema educativo que el Estado de la Educación había señalado en sus ediciones previas, y ha generado también nuevos desafíos, sobre todo si el país quiere evitar que se incrementen las brechas de aprendizaje de esta generación de estudiantes, especialmente los más vulnerables”.

Sabemos que el sistema educativo se ha visto afectado, y la recuperación no será pronta. Sabemos que la educación es uno de los mejores mecanismos para brindar oportunidades a nuestra población.