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El Espíritu Santo, principal agente de comunicación

By Pbro. Glenm Gómez A. Mayo 01, 2023

 

Lo escuché del P. Felicísimo Martínez Díez, OP., directamente: “el Espíritu Santo se presenta como agente principal de comunión y comunicación intra y extratrinitaria”.[1]

En Jesucristo, el Verbo hecho carne, el evento comunicativo expresa su máxima dimensión salvífica y, por la acción del Espíritu Santo, los fieles tenemos la capacidad de recibir la salvación y de comunicarla -preferiblemente de modo testimonial- a los hermanos. Este Espíritu de Dios distribuye los carismas para común utilidad e inspira en el corazón de cada hombre el anhelo de comunicar a Cristo, “y no pocas veces se anticipa a la acción de quienes gobiernan la vida de la Iglesia”.[2]

Es Pablo VI quien provoca referirnos al Espíritu Santo como principal agente de evangelización. El Espíritu impulsa a cada uno a comunicar el Evangelio y es quien, en lo hondo de las conciencias, hace aceptar y comprender la Palabra de salvación:

 

  • Sólo después de la venida del Espíritu Santo, el día de Pentecostés, los Apóstoles salen hacia todas las partes del mundo para comenzar la gran obra de evangelización de la Iglesia.

 

  • Pedro, lleno del Espíritu Santo, habla al pueblo acerca de Jesús Hijo de Dios (Hechos 4,8).

 

  • Pablo mismo está lleno del Espíritu Santo ante de entregarse a su ministerio apostólico, como lo está también Esteban cuando es elegido diácono y más adelante, cuando da testimonio con su sangre (Hechos 7,55).

 

  • El Espíritu que hace hablar a Pedro, a Pablo y a los Doce, inspirando las palabras que ellos deben pronunciar, desciende también "sobre los que escuchan la Palabra (Hechos 10,44).

 

  • “Gracias al apoyo del Espíritu Santo, la Iglesia crece”. Él es el alma de esta Iglesia. Él es quien explica a los fieles el sentido profundo de las enseñanzas de Jesús y su misterio (Hechos 9,31).

 

A lo expuesto, agrega Pablo VI: “Las técnicas de evangelización son buenas, pero ni las más perfeccionadas podrían reemplazar la acción discreta del Espíritu. La preparación más refinada del evangelizador no consigue absolutamente nada sin Él. Sin Él, la dialéctica más convincente es impotente sobre el espíritu de los hombres. Sin Él, los esquemas más elaborados sobre bases sociológicas o sicológicas se revelan pronto desprovistos de todo valor”. [3]

La eficacia de comunicar a Cristo al mundo de hoy debe ser atribuida al Espíritu Santo, Él es quien realiza la mayor contribución, aunque discreta y silenciosa. “El Espíritu Santo es el verdadero, esencial medio de comunicación, sin el cual no se percibe, del mensaje, más que el recubrimiento humano. Las palabras de Dios son “espíritu y vida” (cf. Jn 6,63) y, por tanto, no se puede transmitir o acoger de otra forma que no sea “en el Espíritu”.[4]

La presencia del Espíritu debe ser invocada para conducir cualquier iniciativa en la actividad comunicadora y, desde su influjo en la Iglesia, leer e interpretar el tiempo presente, de modo que descubramos los caminos para una comunicación del Evangelio según los recursos, lenguajes y la sensibilidad de esta época.

Solamente en actitud dócil a la acción del Espíritu Santo, los agentes de pastoral de la comunicación responderán a los impulsos y justificaciones coherentes con una espiritualidad que fundamente su labor, particularmente, en el desarrollo de proyectos que mantengan contacto real con el pueblo, sin incurrir en la despersonalización de la pastoral que vuelca la atención en la organización y no en las personas.

En definitiva, como recordaba Juan Pablo II, en “este campo hacen falta agentes que, a la luz de la fe, se hagan intérpretes de las actuales exigencias culturales, comprometiéndose a vivir esta época de la comunicación no como tiempo de alienación y extravío, sino como tiempo oportuno para la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la comunión entre las personas y los pueblos”. [5]

 

[1] CF. Cap. VIII “El Espíritu Santo y la comunicación” de “Teología de la comunicación”. BAC, Madrid 1994.

[2] Concilio Vaticano II, Ad Gentes, n.29

[3] Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, n.75

[4]Raniero Cantalamessa, Anunciar la Palabra. Tercera predicación de Cuaresma: “El Espíritu Santo, principal agente de la evangelización”, 04 de marzo del 2016.

[5] Juan Pablo II, discurso al Congreso Nacional Italiano de agentes de la cultura y la comunicación, 9 de noviembre de 2002

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