Oriundo de la Parroquia de Inmaculada Concepción de María, en Tejar de El Guarco, desde pequeño participó en obras de teatro y como animador del canto en la iglesia, sin embargo, poco a poco comenzó a sentirse atraído por la fotografía como medio de expresión artística.
Tras cursar un Técnico su pasión se acrecentó, decidió entonces sacar una carrera profesional. Actualmente, a sus 21 años, cursa su último año de licenciatura en Fotografía.
Sin embargo, no todo fue fácil. Se encontró con que en ocasiones, en ciertos medios artísticos, se tiende a rechazar todo lo relacionado con la fe cristiana, por lo que consideró valioso salirse del esquema que le proponían.
“Siento que tuve que enfrentarme al mundo, también he estado dentro del mundo, pero Cristo siempre te rescata. Mi encuentro con Él ha sido paulatino, ha estado en diferentes momentos, es un caballero que siempre te toca la puerta y yo se la he abierto”, comentó.
Diego sabía que las imágenes tomadas con su cámara podían expresar la belleza de lo que representa la Iglesia y no temió lanzarse a hacer las mejores tomas.
Según cuenta, cuando entró a la universidad se topó con frecuencia con ideas que se contraponían con su fe, incluso le proponían hacer trabajos en esa línea, pero el decidió romper con eso, así que más bien optó por desarrollar temas relacionados con la fe y la evangelización de una manera favorable.
“En parte eso fue lo que me hizo cambiar (…) me cansé de los mismos discursos dentro de mi ámbito como fotógrafo y artista, discursos contrarios a la moral cristiana. Me dije que quería hacer algo distinto, trabajar con cosas que más bien representaran la fe de forma positiva”, comentó.
Y agregó: “Por lo general hay críticas contra la fe, pienso que es importante contrarrestar eso también, con la vivencia, las obras, la experiencia de fe...y como creadores de imágenes y contenido, mostrar el lado positivo, ante una sociedad que nos bombardea con tanta negatividad”.
Diego recordó uno de sus proyectos para la universidad, el cual generó diversas reacciones. Se trató de un corto documental, titulado PAX que buscaba mostrar la cotidianidad de los monjes benedictinos en el Monasterio San José en Paraíso de Cartago.
Mientras algunos destacaron la calidad de su trabajo, una parte del grupo se mostró contrariado, no lograban entender por qué alguien tenía la inquietud de mostrar algo así, ni siquiera podían comprender por qué había personas que decidieran llevar una vida dedicada a la oración como la de esos hombres expuestos en el cortometraje.
“Fue interesante -dice Diego-. Pienso que no conocer sobre la Iglesia puede crear prejuicios en algunas personas, esto provoca que se cierren y no quieran ver lo que realmente es. Como artista y fotógrafo es parte de mi trabajo buscar romper con esos parámetros y prejuicios”, señaló.
Su decisión como profesional lo ha llevado a hacer diferentes trabajos, la comunidad Misión Fátima lo contactó para hacer un documental en Nicaragua, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen y el recorrido de la imagen peregrina por territorio nicaragüense.
Asimismo, ha trabajado con comunidades católicas como Franciscan Friars of The Renewal, Sisters of Charity y los Frailes Capuchinos. También es colaborador de la plataforma fotográfica Cathopic y escribe artículos para la revista FOCUS.
Según detalló, próximamente espera elaborar un Fotolibro histórico sobre la vida de los frailes franciscanos en Costa Rica como proyecto de graduación para obtener la licenciatura en Fotografía
El joven agradece al Señor por los dones recibidos y por tener la oportunidad de ponerlos a su servicio. “Me he sentido privilegiado, sé que soy indigno de este regalo que Él me ha dado, pero siempre trato de disfrutarlo y ponerlo todo en sus manos para su honra y gloria”, concluyó.
Infórmese primero con una suscripción digital. Conozca nuestros cómodos planes semestrales, es muy fácil, solo ingrese en este enlace.
