La Navidad no es la celebración de una fecha sino de un hecho, el nacimiento del Mesías, Jesucristo, el verbo hecho carne, el Cordero de Dios para la salvación de la humanidad.

No es el cumpleaños de Jesús. La Navidad no es la celebración de una fecha sino de un hecho, el nacimiento del Mesías, Jesucristo, el verbo hecho carne, el Cordero de Dios para la salvación de la humanidad.

De hecho, no se tiene certeza histórica de qué día nació Nuestro Señor. Los Evangelios no brindan datos precisos al respecto, aunque algunas informaciones podrían ser de utilidad.

Por ejemplo, estos refieren que el nacimiento ocurrió en los días de Herodes el grande, un rey que gobernó entre el 37 a.C. y el 4 a.C. o  6 a.C. (es decir, pudo no haber nacido en el que se considera el año 1, Año del Señor).

También hay estudiosos que tratan de ubicar la temporada tomando en cuenta aspectos como la presencia de pastores, ya fuera en invierno o en otra época del año. No obstante, no hay consenso en nada de esto.

Pero ¿por qué entonces la Iglesia escogió el 25 de diciembre como fecha para celebrar la Navidad? En realidad esto tampoco está del todo claro y hay varias teorías al respecto.

Algunos afirman que el origen está relacionado con la fiesta romana dedicada al dios Saturno (Saturnalia), que culminaba el 25 de diciembre, cuando tenía lugar el solsticio de invierno, con la celebración del Sol Invicto personificado en el dios Mitra.

Según señalan algunos historiadores, conforme el cristianismo comenzó a expandirse, las fiestas paganas comenzaron a ser sustituidas por celebraciones cristianas. Había elementos de las primeras que podían servir para evangelizar; así por ejemplo, Jesús, la luz del mundo, el nuevo sol, da la salvación al mundo. De ahí que se escogiera como fecha el 25 de diciembre.

Otros exponen que podría estar relacionado con la suposición de que la concepción de Jesús ocurrió en el equinoccio de primavera, 25 de marzo, se agregaron nueve meses y se calculó el nacimiento el 25 de diciembre.

Según explica un artículo de la cadena católica española Cope, los judíos creían, en tiempos de Jesús, que la fecha de la muerte de los profetas coincidía exactamente con la de su concepción. La fecha del 25 de diciembre fue tomada entonces partiendo de la fecha de la muerte de Cristo, fijada el 25 de marzo; suponiendo que esta cayese exactamente 33 años después de su encarnación, fijada también el 25 de marzo, el nacimiento debió tener lugar nueve meses después: el 25 de diciembre.

Como curiosidad, hay iglesias católicas orientales y ortodoxas que celebran Navidad el 7 de enero. Esto se debe a que utilizan el calendario juliano en vez del gregoriano.