Empezó a estudiar y confiesa sentirse feliz de ver como el Señor va puliendo sus dones, capacidades y también como ha ido quitando lo que ella describe como “imperfecciones”.
“Sentía como si un sueño se estuviera cumpliendo y ese sueño fue creciendo y por la gracia de Dios puedo poner todo ese conocimiento al servicio del Señor y empezar con este proyecto de arte y diseño católico”, explicó.
Inquietud vocacional en marcha
En conversación con el Eco Católico, Mariana asegura que fue su madre quien le inculcó el amor a María Santísima, por medio de audiolibros que fueron encaminándola hacia su consagración.
“Antes de iniciar con el proyecto no sabía cómo ponerle, pero por medio de María he vivido muchas bendiciones a nivel personal, familiar he visto la unificación de la familia y su apoyo. Además, a través de ella he conocido a muchos otros artistas católicos, he realizado colaboraciones en sitios como “Contemplarte” el cual me invitó a formar parte del equipo creativo”.
“En mi familia siempre hemos rezado el Santo Rosario, practicado los sacramentos, mi papá ha sido catequista de confirma, practicamos la confesión, y nos inspiramos en la vida de los santos, a mí me gusta San Francisco y Santa Clara”, cuenta.
En este camino de fe, recuerda una visita a los frailes Capuchinos en Cartago. “Ahí vi a los monaguillos y mi mamá me dio permiso. Tiempo después tuve la oportunidad de servir donde las hermanas Clarisas, me enamoré de ellas, y decía que iba a ser como ellas”, recuerda Mariana.
Sin embargo, en la adolescencia tuvo lo que ella llama un “campo de batalla” espiritual entre las cosas de Dios y las atracciones superficiales del mundo. “Uno se pone rebelde”, sintetiza. Entonces, su mamá oraba y trataba de corregirla, incluso le dio apoyo con un psicólogo que la orientó mucho “pues había tocado fondo”, como ella misma dice.
Al tiempo, su hermana la invitó a un retiro en el que renació el anhelo vocacional: “Quería pensar en mi vocación, talvez religiosa, y empecé a cuidar más mi pureza, ahora hasta cuido mi forma de vestir, hablar con el Señor me purificó, hoy me doy valor y sigue en mí el deseo de consagrarme, por eso empecé a buscar aquí en Cartago a las vírgenes consagradas, me contacté con ellas, pero me respondieron un año después”.
Por gracia de Dios, un amigo le presentó a las Hermanas Consagradas del Perpetuo Socorro y Mariana solicitó un director espiritual. “Inicié a hablar con él y me dio la oportunidad de empezar un proceso con ellas. Eso inició en marzo y ya el 26 de julio de este año hice una consagración pequeña delante de la Virgen del Socorro. Todo ha sido muy bonito, siento como sí el Señor me quiere ahí”, relata.
Hoy esta joven virtuosa da gracias a Dios por los rezos de su madre de y su familia durante su etapa normal de adolescencia. “Mi mamá es como Santa Mónica, no se cansó de rezar y verme salvada”, asegura.
Quienes deseen contratar los servicios de diseño gráfico de Mariana pueden escribirle al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o bien llamar 8419-7877.
“Dios colma los deseos del corazón si son agradables a su voluntad”.
Mariana Cordero