Lo que preocupa a Francisco es la posible ampliación del conflicto “mientras en el mundo hay ya tantos frentes de guerra abiertos”:“Silencien las armas, escuchen el grito de paz de los pobres, de la gente, de los niños. La guerra no resuelve ningún problema, sólo siembra muerte y destrucción. Aumenta el odio, multiplica la venganza. La guerra borra el futuro”, imploró el Santo Padre.
El Papa no se cansa de exhortar a la oración, que es, como ha dicho en varias ocasiones, la “suave y santa fuerza que tenemos para combatir el odio”:“Por favor, hermanos y hermanas sigamos rezando por la paz en el mundo, especialmente en la martirizada Ucrania de la que ahora ya no se habla, pero donde el drama continúa”.
La exhortación dirigida a los creyentes es, por tanto, a “tomar un solo partido en este conflicto: el de la paz”, con total oración y entrega. De ahí la decisión de convocar una jornada de oración, que se celebrará el viernes en San Pedro a las 18.00 (hora local en Roma). La invitación se dirige también a “hermanos y hermanas de diversas confesiones cristianas, pertenecientes a otras religiones y a todos aquellos que tienen en el corazón la causa de la paz”.