La Parroquia San Rafael Arcángel de Desamparados informa sobre el robo del busto del Padre Armando Alfaro, el cual estaba instalado en la entrada principal del templo.
En la plazoleta al frente de la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, los chiquillos juegan con las palomas, las parejas comparten un copo, los vendedores de lotería ofrecen sus números y, de repente, suenan las campanas, ese sonido tan característico que anuncia que pronto iniciará la celebración de la Santa Eucaristía en el templo.
En el campanario, Marvin Meza, uno de los sacristanes de este Santuario, mueve con mesurada fuerza las cuerdas, las pequeñas las jala con suavidad, mientras que para la grande (llamada Reina de los Ángeles, de 900 kilogramos) utiliza todo el peso de su cuerpo, en ocasiones el impulso es tal que siente cómo se eleva.
Se requiere de técnica para que el repique suene alegre y, a su vez, el sonido se expanda kilómetros a la redonda. Sus 11 años de experiencia como sacristán le han permitido a Marvin desarrollar la habilidad.
“Bendecid al Señor, ángeles suyos, héroes potentes, ejecutores de sus órdenes, en cuanto oís la voz de Su Palabra” (Salmo 103, 20).