

Pocos días antes de fallecer, en cama, con el dolor y el sufrimiento provocado por la enfermedad, le preguntó a un amigo si era feliz, este respondió que sí y le devolvió la pregunta, a lo que contestó con una sonrisa: ¡Nunca he sido más feliz!
Gracias al trabajo de investigación del sacerdote y antropólogo, Ricardo Falla S.J, masacres como las ocurridas en la Finca San Francisco Netón (17 de julio 1982) y en poblaciones del Ixcán, durante la década de 1980 en Guatemala, han sido reconocidas como genocidio.