La pérdida de un bebé por aborto espontáneo o muerte prenatal suele causar mucho dolor y, algunas veces, los centros médicos no ofrecen o no están preparados para ofrecer la atención más adecuada en estos caos, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Mi papá había pedido que me pusieran el Sacramento de la Unción de los Enfermos y mi esposa oraba conmigo el rosario, aunque yo no podía responder, me cuenta que trataba de rezarlo con ella. En ese mismo momento sale la noticia de mi internamiento en los medios e inicia una cadena abrumadora de oración”.