

Pocos días antes de fallecer, en cama, con el dolor y el sufrimiento provocado por la enfermedad, le preguntó a un amigo si era feliz, este respondió que sí y le devolvió la pregunta, a lo que contestó con una sonrisa: ¡Nunca he sido más feliz!
En la hojita de intenciones de la Parroquia San Isidro Labrador, en Heredia, una devota siempre pedía la intercesión de San Ezequiel Moreno por las personas que sufren de cáncer. Esto llamó la atención de varios fieles, incluido el párroco, Pbro. Ronald Sáenz.
Tras hacer una pequeña investigación, descubrieron que efectivamente San Ezequiel Moreno padeció de cáncer, de ahí que es considerado Patrono y especial intercesor ante Dios por los enfermos de cáncer. Asimismo, pensaron en las personas de la comunidad que tienen esta enfermedad o tienen familiares que la padecen.