Templo porteño es patrimonio nacional desde el año 2002
La Catedral de Puntarenas, dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, es una bella edificación de piedra con una historia muy particular.
Se caracteriza, entre otros detalles, por tener su puerta principal hacia el este, en lugar del oeste, como casi todos los otros templos católicos.
Recientemente el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura destacó cómo el templo es “un ejemplo de la utilización y adecuación de lenguajes arquitectónicos de influencia foránea, materializados de forma creativa y particular, cuyas características lo sitúan como ejemplo excepcional de sincretismo local o criollo”.
Según la investigación histórica realizada por el Centro de Patrimonio, su estructura primaria de piedra finalizó en 1905, el material fue traído del tajo “Los Guapinoles”, en Esparza, y luego de otro de Barranca. Para tallar la piedra se contrató a canteros cartagineses, quienes enseñaron su oficio a los trabajadores porteños, cuya labor era preparar la argamasa de cal y arena utilizada como mortero para pegar los bloques de piedra.
Con la llegada del ferrocarril en 1910, la comunidad puntarenense experimentó un acelerado crecimiento demográfico y urbano, generando progreso y desarrollo a la región y al puerto de Puntarenas. Desde entonces, su catedral es un símbolo espiritual y cultural que pervive en la memoria colectiva de la comunidad porteña.
El templo, más las tres plazas que la circundan, fue un hito generador de crecimiento y consolidación urbana, a partir del cual se desarrolló el actual Barrio El Carmen y sus alrededores. Fue declarada Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica en 2002, mediante el decreto N° 30418-C.
Fuente: Estudio técnico histórico-arquitectónico del templo parroquial de Puntarenas, realizado por Raúl Arias, historiador, e Ileana Vives, arquitecta, Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, 2002.
Fotografías del Centro de Patrimonio Cultural. 2018.
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